Juan Pedro Baños nació hace 44 gravemente enfermo. Ya adulto, su madre le cedía un riñón para que Juan pedro pudiera seguir viviendo. Pero el órgano dejaba de funcionar hace seis años, y el estado de este murciano empeoraba.
Obligado a someterse a cuatro horas de diálisis en días alternos, el enfermo ha vivido la muerte de varios amigos y compañeros de sesiones. Después del fallecimiento de uno de ellos, Juan Pedro relatabasu drama en un programa de radio.
Emocionada, Gregoria de 60 años escuchaba la triste historia y no lo dudaba un momento; uno de sus riñones sería para Juan Pedro. La mujer se ponía en contacto con el protagonista del relato, pero sabían que era casi imposible que fueran compatibles.
Contra todo pronóstico, los médicos les confirmaban que el trasplante era posible. La operacdión se llevará a cabo esta misma semana. Juan Pedro, agradecido, sólo teme que algo pueda ocurrirle a este ángel de la guarda que encontró a través de las ondas.