Con la película 'Novecento' nos adentramos de lleno en el cine político. Panfletario para algunos, la verdad en sí misma para otros. Lo cierto es que yo encuentro que hay grandes dosis de realidad en lo que nos planteó Bertolucci en esta super-producción, aunque tal vez no como él pretendía expresarlas.
Robert De Niro y Gerad Depardieu no pudieron celebrar de otra manera su participación en una de las películas más ambiciosas de la historia, un puente entre Estados Unidos y Europa, una cinta que quería explicar el siglo XX, que haciendo lo que gustan de hacer los grandes pro-hombres cuando están dichosos: irse de putas.
Gracias a esa escena asistimos al posiblemente único desnudo integral de Robert De Niro. Depardieu aún se atrevió a repetir en 'Germinal' otra vez, en una escena de ducha 'indispensable' para la adaptación de la obra de Zola, otro 'El Dorado' de la lucha proletaria. Y qué decir, amigas, de sus dos apéndices sexuales... la dictadura del proletariado necesita más carne en ciertas partes.
El caso es que gracias a este polvo de Novecento asistimos a una lección universal de la lucha por la liberación de los trabajadores. Alfredo Berlingieri (De Niro) es el señorito y se le antoja que: A/ su amigo se vaya de putas con él; B/ su amigo se ponga enhiesto aunque esté enamorado de otra; C/ y que alcance la erección con él al lado, en un trío; D/ y que por si acaso, por si a la prostituta no le resulta del todo agradable, se ponga a beber aunque no deba porque es epiléptica.
Ocurre lo mismo que cuando, en nuestros días, a un trabajador: A/ se le da una hipoteca a treinta años en un piso en mitad de la nada, como Seseña, a 40 km de su lugar de trabajo; B/ se le hace trabajar once o doce horas sin pagarle las horas extras porque si no, si no hace ese pequeño esfuerzo, le dice su jefe con mirada vitrólica que igual la empresa cierra y se va al paro; C/ el fin de semana se lo tiene que pasar en una gran superficie comprando todos los caprichos 'imprescindibles para vivir' que se le antojan a su pareja con el poco dinero que podría ahorrar; D/ y al final, como no tiene tiempo de nada, y menos de ir al gimnasio, en sus cortas vacaciones encima van y se ríen de él en la playa porque no tiene la tableta de Cristiano Ronaldo en el bajo vientre.
El resultado es el mismo en Novecento, como se puede ver en el vídeo, que en el caso hipotético de nuestros días: al proletario le da el telele.
Telele
Paso inexorable del tiempo: En pocas películas actuales se recurre al gato de escayola, en este caso el tapiz de un tigre, para mostrar al testigo y forzoso convidado de piedra de una escena erótica.
Dato cinéfilo: El cine político italiano dio también otros frutos muy jugosos en tiempos pretéritos: 'Il Galttopardo' (1962), 'La caida de los dioses' (1969), 'La notte di San Lorenzo' (1982)...
Nota al margen: Pese a ser una de las mejores películas de la historia, ni Donald Sutherland (en el papel de fascista) ni Robert De Niro (en el de señorito) quedaron a gusto con la celebridad que adquierieron. Hasta el punto de que el italoamericano se quejó así en El País: "Desde luego, mis dos anteriores generaciones son de italianos y, con todo, me siento cada vez más distante del pensamiento europeo. No sé cuál es la causa que hace ver fascistas y símbolos decadentes por todos sitios. Estoy asumiendo un personaje a quien no me interesa emular sino introducirme en su pellejo para darle vida. No me diga ahora que por haber hecho al hijo del hacendado Berlinghieri en Novecento, de Bertolucci, se me acuse de ser un gran terrateniente"
Novecento (1900)
AÑO 1976
DURACIÓN 314 min.
DIRECTOR Bernardo Bertolucci
GUIÓN Franco Arcalli, Giuseppe Bertolucci, Bernardo Bertolucci
MÚSICA Ennio Morricone
FOTOGRAFÍA Vittorio Storaro
REPARTO Gérard Depardieu, Robert De Niro, Dominique Sanda, Stefania Sandrelli, Donald Sutherland, Burt Lancaster, Sterling Hayden, Francesca Bertini, Laura Betti, Werner Bruhns, Stefania Casini, Anna Henkel, Ellen Schwiers, Alida Valli, Romolo Valli
PRODUCTORA Coproducción Italia / Francia / Alemania; Paramount Pictures Release