Los genes Rivera
TELECINCO.ES
17/03/200812:51 h.Francisco Rivera Pérez . Matador de éxito, hombre de una simpatía desbordante, con una pícara sonrisa y unos ojos que provocaban desmayos.
Francisco Rivera Ordóñez . Matador de éxito, personaje de una simpatía dudosa que aseguran practica en la intimidad. Su atractivo hace que olvidemos su, a veces, difícil carácter. Posee además formación universitaria.
Francisco Rivera Pantoja . Sin profesión conocida. Lo último que supimos de él es que trabajaba en una asesoría. Pero a juzgar por el ilimitado tiempo libre del que dispone, o tiene tremendo enchufe en la empresa o la experiencia no ha cuajado.
Hay que ver lo que puede cambiar un apellido. Tres hombres que comparten nombre, familiares y poco más.
Paquirri tenía su primer retoño con Carmen Ordóñez. A pesar de que Fran salía a su madre, no puede negarse que su rostro posee el atractivo de su padre. Su cuerpo atlético y su papel más que digno en el mundo de los toros alimentan más su imagen de triunfador.
Poco después llegaba Cayetano, probablemente el más parecido a su padre. El segundo de los Rivera es guapo de los que cortan la respiración, y hasta el mismísimo Armani ha contado con él para que luzca sus diseños. Además, parece que como diestro se está ganando la confianza de los más excépticos y ya ha superado a su hermano mayor.
La saga de los Rivera se ampliaba con el nacimiento del pequeño Francisco, 'Paquirrín'. También quiso hacerse un hueco en las plazas de toros, y comenzó a entrenar en el campo, pero parece que encajaba más en el bar del recinto que sobre la arena. Antes, tuvo que olvidarse de un futuro como jugador de fútbol, a pesar de que su madre tenía mano en varios clubes. Pensó entonces convertirse en entrenador, buscando un perfil que se ajustara más a sus condiciones físicas, pero el proyecto tampoco salió adelante.
No sabemos por qué extraña razón los genes de los hombres de la familia han ido degenerando hasta llegar a lo que hoy es conocido como Kiko. El más joven de los hermanos está perdiendo el pelo, por no hablar de la cintura que la perdió poco después de hacer la comunión. Su mirada en nada recuerda a los vivarachos ojos de su padre. Pero, ¿por qué ha sido la genética tan cruel con él?