La trayectoria de la bala

TELECINCO.ES 28/08/2008 09:34

El tiroteo de la Vall D'uxó

La policía local del Vall d'Uixo recibe el aviso de que un hombre está atracando la Caja Rural de San Isidro, a pocos metros de la comisaría. No hay más datos y se desconoce si va armado.

Las imágenes grabadas por las cámaras de seguridad de la Caja rural confirman mas tarde que el atracador es El Solitario. El atracador sale de la sucursal y se parapeta detrás de un vehiculo. Los dos policías intuyen que hay alguien detrás de los coches pero no consiguen verlo.

El atracador dispara primero al agente que tiene más cerca, un manojo de llaves que cuelga de su cinturón para el impacto y le salva la vida. El otro policía no tiene tanta suerte y el tiro le parte la tibia y el peroné. El policía que muere en este tiroteo, Manuel Ferrandis, espera al atracador detrás de otro coche junto al agente, José Antonio García Segarra.

El cabo Ferrandis se levanta y grita: ¡Alto, tire el arma!. El atracador dispara tres veces hacía donde escucha la voz. José Antonio responde efectuando dos tiros

con su pistola. Manuel Ferrandis cae al suelo. Una de esas cinco balas le provoca la muerte en el acto.

Un dato sorprendente

La autopsia revela un dato sorprendente: el cabo Ferrandis muere por un disparo en la nuca y no en la frente. El fiscal acusa a García Segarra de matar a su compañero. Los expertos que asesoran al policía presentan un 3D durante el juicio. Según su versión, José Antonio se coloca detrás del segundo coche. Manuel se queda escondido detrás del primer coche. Una de las tres balas que dispara el atracador rebota en una barra de acero y alcanza a Ferrandis. El tiro entra por la nuca y sale por la frente.

El tribunal descarta por improbable la teoría del rebote en la barra de acero. La sentencia recuerda que el proyectil que mata al cabo Ferrandis es disparado por una pistola Glock, de las características de las que portaba el acusado, García Segarra, y le condena a un año y medio de prisión por homicidio por imprudencia profesional. También dicta su inhabilitación como agente.

El homicidio de Bellavista

Podría ser una madrugada de sábado más para Beltrán y su novia, Miriam, que vuelven de marcha de Dos Hermanas en Sevilla, pero un control de alcoholemia que encuentran en el Km. 553 de la nacional IV cambiará sus vidas. Beltrán se arrepentirá para siempre de habérselo saltado. El Renault 9 debe detenerse ante las señales del agente pero Beltrán se pone muy nervioso y acelera. Un coche de la guardia civil con dos agentes persigue al vehiculo fugado. Beltrán da bandazos a derecha e izquierda, adelanta a diferentes coches y cierra el paso al vehiculo policial. Recorre 4km a 160 Km. por hora. Durante unos instantes los dos coches llegan a circular en paralelo y el brigada Pedro Jiménez enseña su arma al conductor huido. Pero nada intima al joven que sale de la autovía para seguir circulando por una vía de servicio. El coche de la Guardia Civil continúa por la Nacional. Beltrán frena de forma brusca su coche, da marcha atrás pero el vehículo choca con una pequeña isleta. Desde el coche de la Guardia Civil, que también circula marcha atrás, el brigada Jiménez, dispara apuntando a la rueda izquierda trasera. Pero justo en el momento en el que aprieta el gatillo, Beltrán consigue bajar su coche de la isleta. El proyectil impacta en la puerta trasera.

Beltrán no se detiene. La persecución sigue por las calles de Bellavista hasta que se introduce en un garaje. La Guardia Civil también se introduce y consiguen arrestarle. Mientras le ponen las esposas se dan cuentan que una persona agoniza en el asiento del copiloto: Miriam Gómez. El brigada que ha disparado es el jefe del destacamento de tráfico de Dos Hermanas. Es instructor de tiro. Está considerado un tirador de élite y procede el grupo antiterrorista de la Guardia Civil. Su hoja de servicio es intachable.

El chico que se salta el control de alcoholemia conduce sin carnet ni seguro de coche . Además los análisis de el y la autopsia de Miriam dan positivo por consumo de cannabis. La prensa recoge los antecedentes por tráfico de drogas del hombre. En el interior de su vehículo, además se halló una pequeña cantidad de hachís, así como un arma blanca.

Por las declaraciones de todos los testigos, la policía científica determina que en el momento del disparo los coches están a quince metros de distancia y en movimiento. A la policía judicial le queda por determinar la trayectoria del proyectil que mata a Miriam. El guardia civil acusado mantiene que apunta a la rueda trasera del vehículo de los fugados, pero su versión sobre la trayectoria que sigue la bala no concuerda con la que recogen los informes oficiales. La investigación concluye que el brigada dispara y la bala entra por la puerta trasera del coche con una trayectoria descendente. El tribunal dictamina que la bala entra directamente por la puerta del coche y condena al brigada Pedro Jiménez a un año de cárcel por homicidio por imprudencia. Beltrán también es condenado por desobediencia grave y conducción temeraria.

La fuga de Brito y Picatoste

Brito y Picatoste se conocieron en 1992, en la prisión de Ponent, Lleida. Brito sufría condena de asesinato y Picatoste por varios robos. Este último tenía SIDA y está sumido en uan grave depresión. Brito promete que le ayudará y planean la huida. Se envían cartas en clave y crean un código binario para comunicarse. Así, Brito convence a Picatoste para que le ayude a escapar, ya que su pena era muy grande. Picatoste, por el contrario, le quedaba mucho menos tiempo para la libertad.

Lo planearon todo. Brito fingiría una ruptura de brazo y en el camino hacia la enfermería se escaparía, con la ayuda de Picatoste que le esperaría con un arma. Una fuga poco brillante, sin embargo, lo consiguen. Se escapan y capturarles se convierte en una cuestión de honor para los policías.

Caminan hacia la casa del hermano de Brito. Pero la presión de la policía es tan grande que no logran llegar. Han recorrido 170 kilómetros desde el día de la fuga. La prensa destaca que uno de los juzgados utilizó el arma a traición cuando mató a los dos mosso's de escuadra en la hiuda. Brito explica que cuando se gira, de frente, le dispara al hombro izquierdo. Al segundo, le disparó en la axila. Los dibujos de Picatoste reafirman su versión. Sabe que disparar por la espalda son más años de cárcel.

Un tercer asesinato a bocajarro

Una pareja de novios buscaba intimidad en el bosque. La pareja está desnuda, en al parte de atrás de su coche. Brito no les da tiempo a reaccionar y dispara. Vació el cargador del revolver sobre los jóvenes. El chico muere en el acto.

Decidieron llevarse a la chica consigo. Picatoste deja solo a Brito con la chica durante un tiempo para inspeccionar la zona en la que s eencuentran. No sabe que la violará en su ausencia. Al enterarse, le amenaza: "la próxima vez que ocurra algo así, te mato". Después de la violación, todo cambia. Ya nos son 'hermanos'. De hecho, un ex reo sugiere que Brito y Picatoste mantenían una relación sentimental en la cárcel.

Finalmente, Manuel Brito fue condenado a 76 años de cárcel y Javier Picatoste a 62 años y medio de pena. Siguen en prisión y nunca más han vuelto a verse.