Sentirse valorado como piloto. Jorge Lorenzo no se marcha a Ducati por dinero por mucho que se haya hablado de una oferta multimillonaria de 12 millones al año. Lo hace porque considera que en Yamaha no se le ha valorado como se merece como campeón del mundo.
El reto de los campeones. Jorge Lorenzo es tricampeón de la máxima cilindrada. Lo ha hecho siempre con Yamaha y ahora considera que le ha llegado el momento de asumir un gran reto en el Mundial: ganar el mundial con otra escudería.
El factor de Gigi Dall'Igna. En Aprilia, en 250cc, Lorenzo consiguió dos títulos mundiales y lo hizo de la mano de Gigi Dall'Igna. Ahora se encuentra con Ducati en la máxima cilindrada. Un reencuentro con aroma a campeón.
Stoner, amigo y enemigo de su enemigo. Ducati realizó a primeros de este año otro movimiento importante. Casey Stoner llegó como probador oficial y guarda una buena relación con Lorenzo. Además los dos tienen un enemigo en común: Valentino Rossi.
Conseguir lo que el 46 no pudo. Lorenzo tiene el reto de conseguir con Ducati una de las pocas cosas que Valentino Rossi no tiene es su historial: ser campeón con la firma de Borgo Panigale. El pasado del italiano por Ducati tiene más sombras que luces y Lorenzo llega con las ganas de encender todas las luces del mundial.
El crecimiento de Ducati. La Desmosedici han demostrado en este inicio de temporada que tiene potencial para poder luchar por las primeras plazas del podio. Son 'aviones' en las rectas y buen paso por curva que se adaptaría al pilotaje de Lorenzo.
El líder del garaje. Llega como el fichaje estrella del mercado de MotoGP. Desde el principio Jorge Lorenzo se mostrará como el líder del garaje y Ducati pondrá a su disposición todo lo que necesite y puedan. Se sentirá como el piloto fuerte de la firma.
Conquistar el merchandising. Conocido es el tirón de Ducati entre el público italiano y el poco de Lorenzo entre ellos. Su llegada a la escudería italiana le abrirá las puertas de un mercado que está el momento tiene cerradas.