Valentino Rossi salía desde la pole del Gran Premio de Japón. El italiano consciente que Márquez acariciaba el título mundial solo tenía una opción: buscar la victoria y esperar un pinchazo del piloto del Repsol Honda. Pero la historia fue justo la contraria.
Arrancó bien Jorge Lorenzo que se puso al mando en los primeros giros. Tras él e intentando que el balear no sacase el 'martillo pilón' se pusieron Márquez y Rossi. En su la persecución a Lorenzo nos dejaron varias 'hachazos' para enmarcar, limpios y deportivos.
En la tercera vuelta, Márquez se pone al mando marcando su vuelta rápida. Rossi se lanzó a la caza y en ese momento llegó el momento clave de la temporada. Cuando no podía cometer errores, el italiano se fue al suelo en la curva 10. Intentó volver, incluso pasando por el garaje y acariciando su segunda Yamaha, pero fue imposible.
Márquez puso la directa hacia la victoria en Motegi pero se encontró con el título mundial. A siete vueltas del final, y con casi 4 segundos de ventaja, Márquez vio como Lorenzo se fue al suelo en la curva 9.
El piloto del Repsol Honda tenía el título, su quinto en el mundial y la tercera corona de MotoGP, en el bolsillo. Tras Márquez cruzaron la meta Andrea Dovizioso y Maverick Viñales.
El 93 rompe el maleficio de no haber ganado en Motegi, la casa de Honda y además se convierte en el piloto más joven de la historia en conseguir cinco mundiales. También es su tercer título mundial de la categoría reina, lo que le sitúa a la altura de leyendas como Kenny Roberts, Wayne Rainey o su propio rival esta temporada, Jorge Lorenzo.
¡Enhorabuena Marc!