Mazda 6 evoluciona

REDACCIÓN MQC 21/04/2008 15:00

El nuevo Mazda 6 combina el estilo japonés con la elegancia y el refinamiento de una gran berlina europea. Un carácter que nace de la experiencia que la marca japonesa tiene para crear coches que aúnan diseño y un gran dinamismo.

Sobre el asfalto, los casi cinco metros de longitud del Mazda 6 se valen de un nuevo motor diésel de 2.0 litros con filtros de partículas DPF. un propulsor de 140 caballos que presenta estas cifras: pasa de 0 a 100 en 10 segundos y alcanza una velocidad punta de 204 km/h. Pero lo mejor es su consumo: 5,6 litros a los 100. Unas prestaciones que son posibles gracias a una caja de cambios de 6 velocidades que permiten un manejo suave, rápido y preciso.

En su ámplio habitáculo la postura de conducción es ahora mucho más comoda, con un volante más pequeño y manejable que en su versión anterior. Nuevos materiales, plásticos que recubren el salpicadero y una consola central con un marco cromado coronada por un sistema de navegación tácil y un sistema de audio de Bose.

En el capítulo de la seguridad, esta joya nipona dispone de una amplia serie de medidas para mayor tranquilidad en la conducción. En esta lista destaca el sistema de navegación, el control de velocidad de crucero y la iluminación adaptativa frontal con bi-xenon para una visión óptima en carreteras con curvas. Además, para mejorar la conducción cuenta con el control de estabilidad 'DSC', y la tecnología con sensores de aparcamiento, que hará que este tipo de maniobras sea cosa de niños.

Precisión en carretera, tacto suave al volante, autoridad en marcha. El nuevo Mazda 6 se vale de un sistema de frenos mejorado, tanto que las distancias de frenada a 100 km/h son las más cortas de su categoría. Su nueva suspensión y una carrocería increíblemente rígida y ligera hacen que su funcionamiento sea excepcional. Una muestra de que la conducción puede ser de lo más divertida y placentera.

Rendimiento, confort, elegancia, la simbiosis perfecta para crear un verdaro vínculo entre el conductor y una obra maestra como el Mazda 6.