Por ello, mucho antes de lanzar un coche nuevo al mercado, los ingenieros del fabricante del vehículo y el equipo de desarrollo de neumáticos se reúnen para tratar de definir las especificaciones de cada modelo.
De esta estrecha colaboración surgen miles de neumáticos que se adaptan a la amplia gama de condiciones de conducción que existen en el mundo. Este conocimiento técnico es único en el sector del neumático y redunda en productos extraordinarios como el nuevo Dunlop SP Sport Maxx, uno de los neumáticos más avanzados del sector de las altas prestaciones.
Este producto se ha desarrollado en el centro de desarrollo de Dunlop en Europa. Allí se llevan a cabo por término medio unos 400 desarrollos de equipamiento original al año. Dentro del departamento de investigación y desarrollo existen equipos especiales dedicados en exclusiva a firmas como BMW, Audi, Porsche o Bentley. Y es que coches así no se pueden dejar en manos de cualquiera.
Ruedas que salvan vidas
En el curso de su larga historia, Dunlop cuenta con tres aportaciones de primer nivel a este sector: el control del fenómeno del aquaplanning, la invención del neumático autoestable y la tecnología 3S.
El aquaplanning surgió en los 60 por el problema de agarre de los neumáticos en carreteras mojadas. En esos momentos la marca Dunlop creó el sistema de avance de 'microranuras' destinado a absorber el agua superficial para expulsarla posteriormente.
Para evitar los pinchazos Dunlop creó Denovo, el primer neumático del mundo que apostaba por la tecnología antipinchazo. Una innovación que continúa a día de hoy y que permite circulara a una velocidad de 80 km/h hasta una distancia próxima a los 80 kilometros.
Y por último la tecnología 3S para coches de altas prestaciones. Neumáticos diseñados para combinar un funcionamiento silencioso, deportividad y seguridad. Todo para sacar el máximo provecho a cada zona de la banda de rodadura. ¿quién dijo que no se investiga en la automoción?