BMW en primavera nos presentó el M4 Cabrio y hemos tenido que esperar hasta ahora para comenzar a ver las primeras unidades rodando por la calle.
Un modelo con el que la marca alemana amplía su legendaria gama de versiones de altas prestaciones poniendo al alcance de los usuarios un descapotable muy potente que destaca por un diseño armonioso y de proporciones muy equilibradas.
Como manda la tradición en la familia Motorsport, el M4 tiene un aspecto contundente y así lo demuestran detalles como las branquias, los llamativos espejos retrovisores de doble soporte, los nervios del capó o los ensanchados pasos de rueda que acogen las llantas de 18 pulgadas.
Por lo que respecta a la parte mecánica, este deportivo monta un propulsor de seis cilindros que es capaz de desarrollar una potencia de 431 CV. Energía que le permite acelerar de 0 a 100 km/h en apenas 4,4 segundos y alcanzar una velocidad máxima de 250 km/h.
Además y para completar la esencia de esta máquina, BMW ofrece un cambio manual de seis velocidades y otro automático de siete relaciones con doble embrague.
Pero todavía hay más porque el conductor y su acompañante disponen de asientos regulables eléctricamente y que van equipados con el sistema de guiado del cinturón de seguridad. Y la guinda al pastel interior la pone el emblema iluminado de BMW M, incorporado en el apoyacabezas, que destaca en los asientos delanteros del M4.
Pero esto no es todo, porque otra de las peculiaridades de este cabrio es su enorme insonorización interior. Un trabajo excelente que se ha conseguido gracias al revestimiento que, además, proporciona aislamiento térmico durante el invierno.
El estilo descapotable se completa con el nuevo deflector con el que se evitan las turbulencias del viento detrás de los asientos y con el sistema, también opcional, de calefacción situado a la altura de la nuca de los pasajeros. Un elemento gracias al cual es posible conducir cómodamente con el techo abierto aunque la temperatura exterior sea baja.
Como complemento para este descapotable, resalta la posibilidad de abrir el techo en tan solo 20 segundos, una selección que el piloto ejecuta simplemente con pulsar un botón. Una operación que puede realizarse en marcha, siempre y cuando el coche no supere los 18 km/ de velocidad.
Argumentos no le faltan a este deportivo para llamar la atención, aunque para comprobar la fuerza que va a poner en juego sobre el asfalto, deberéis tener disponibles los 98.500 euros que cuesta.