El Mitsubishi ASX se presentó hace ya cuatro años y desde entonces ha sido actualizado en varias ocasiones.
Ahora, los pequeños cambios estéticos afectan al equipamiento y a los marcos de los faros antiniebla. Modificación que se concreta en que los embellecedores han sido sustituidos por unas modernas tiras de led que actúan como luz diurna.
En el apartado mecánico, el ASX se comercializa en dos versiones diésel y una con motor de gasolina. Nosotros hemos probado la variante de gasóleo 180DI-D, un propulsor que rinde una potencia de 116 CV y que va asociado a una caja de cambios manual de 6 velocidades.
Un motor que firma unas prestaciones más que aceptables, ya que acelera de 0-100 en 10,2 segundos, alcanza una velocidad punta de 189 km/h y se conforma con un consumo medio de sólo 4,5 l/100km.
Además, este todocamino está a la venta con tres niveles de equipamiento diferentes: Challenge, Motion y Kaiteki. Nuestra unidad monta la opción intermedia y, exteriormente, utiliza elementos cromados, una parrilla deportiva, un paragolpes del color de la carrocería y un spoiler trasero.
En el interior, también dispone de diversos componentes cromados así como otros detalles importantes en un coche de estas características como son: numerosos compartimentos portaobjetos o los asientos traseros abatibles, que permiten dejar el suelo del maletero completamente plano.
Pero todavía hay más porque en el capítulo de la seguridad, incluye varios sistemas de ayudas a la conducción, como por ejemplo la señalización de la frenada de emergencia y el control de presión de los neumáticos.
El Mitsubishi ASX 180DI-D está disponible desde 19.950€ y en cuanto a longitud y características es una alternativa clara y atractiva frente a modelos de la competencia como el Nissan Qasqhai o el Volkswagen Tiguan.