Con las nuevas técnicas de fabricación modernas, el primer paso es diseñar el producto en los ordenadores, con programas especiales que simulan la perspectiva en 3 dimensiones.
El hierro líquido, cocido a más de 1.000º de temperatura forma la base principal para la creación de los discos. Un desarrollo totalmente automatizado aunque supervisado por ojos expertos, para evitar fallos.
La pieza obtenida pasa después por las etapas de modelado, pulido y repasado. Después de estas tres fases el producto final queda definido casi al 100%.
Maquinaria de precisión y muchas horas de trabajo son los elementos con los que se consigue un producto que roza la perfección y que garantiza la detención y frenado de los automóviles y motocicletas más avanzados del mundo. Aunque no hay que olvidar uno de los mercados más importantes: el de la alta competición, una especialidad donde el nivel de exigencia de los frenos se multiplica exponencialmente.
Otro de los procesos que corre paralelo es la fabricación de las pinzas. Una parte esencial del conjunto de frenos. Hierro, silicio, carbono y manganeso forman un elemento que tiene que soportar temperaturas superiores a los 700ºc lo que disminuye su capacidad de respuesta. Un esfuerzo que exige el máximo de calidad y control a la hora de fabricar un disco o una pastilla. Especialidad en la que brembo sigue marcando el rumbo.
Los últimos test en fábrica dejan paso a los ensayos en la calle con probadores de excepción: los mejores vehículos del mercado son el banco de pruebas para obtener un resultado satisfactorio.
Los frenos son todo un desafío para la tecnología y la investigación en materia de compuestos ya que tienen que garantizar su resistencia y buen funcionamiento, muchas veces, bajo condiciones climatológicas adversas.
La experiencia adquirida por brembo en laboratorios como el automovilismo, en el que lleva varios años investigando y suministrando productos a las escuderias más importantes, le ha permitido desarrollar los frenos más prestigiosos del mercado.
De esta manera los usuarios se benefician del diseño probado en las condiciones más extremas. Carreras en las que se exige a los frenos una fiabilidad que debe estar fuera de toda duda. Si la superan, ¿qué no harán por los vehículos en carretera a los que se exige un menor esfuerzo?