Su capital es sólo el primero de sus encantos, porque a tan sólo 34 kilómetros se encuentra el parque natural de la sierra de Urbión y la laguna negra. Uno de los parajes más bellos de la provincia. Oscura, fascinante, enigmática y repleta de leyendas, es sin duda el lugar perfecto para disfrutar de un fabuloso paseo entre pinares.
Para recuperar fuerzas, hacemos un alto en el camino en Navaleno para degustar la típica comida pinariega de ‘El Maño’. Uno de los restaurantes mitológicos de referencia en la región.
Tras este sabroso descanso continuamos nuestra ruta, y a tan sólo 40 kilómetros y siguiendo la ruta del atlas Michelin, nos espera Burgo de Osma; una ciudad medieval donde quedan muy patentes las muestras de su historia. Imprescindible visitar su templo más característico: la catedral gótica de nuestra señora de la Asunción de Osma, que data de 1232.
El encanto medieval se extiende más allá de estas fronteras y aproximadamente a 15 kilómetros, se encuentra Gormaz y su gran legado monumental: su castillo. La fortaleza califal más grande de Europa en su clase.
Y así llegamos ya a la última parada de nuestra ruta: Berlanga de Duero. Custodiada por su castillo, construido en el siglo xv a partir de restos musulmanes, cuenta con gran patrimonio cultural, como el palacio de los marqueses de Berlanga o la colegiata de Santa María del mercado.
Huellas aún visibles de una zona rica en costumbres, en monumentos y paisajes que no puedes dejar de visitar y en el que el atlas de carreteras de España y Portugal de Michelin te resultará un aliado imprescindible.