Casillas: La emoción por el Mundial
No todas las lágrimas son de tristeza. Iker Casillas no pudo contener las la emoción tras proclamarse campeón del Mundo en Sudáfrica. El capitán de la selección española impidió en dos ocasiones que Holanda se adelantara en el marcador. Robben recordará para siempre esas dos ocasiones que pudieron cambiar el partido. Cuando Howard Webb decretó el final del encuentro, Casillas se fundió en un abrazo con Sergio Busquets.
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Quagliarella: El fracaso de la azurra en Sudáfrica
Defender título en un Mundial y caer a las primeras de cambio no entra dentro de lo previsto. Especialmente si es Italia la selección eliminada en primera ronda. La ‘azzurra’ se marchó de Sudáfrica sin conocer la victoria y como última de su grupo. Fabio Quagliarella no pudo contener las lágrimas. Lógico viendo la actuación realizada por el equipo en los tres partidos disputados. De Sanctis acompaña al delantero en la imagen. Al fondo, Zambrotta, incrédulo. El lateral se había proclamado campeón cuatro años antes.
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Julio César: el lamento por un error fatal
“Ay, Ay, Ay, Ay, canta y no llores…”. No, no es una samba. Es la canción, que debieron dedicarle a Julio César los jugadores de Holanda. El portero de Brasil llegó al Mundial tras una gran temporada con el Inter de Milán, con el que se proclamó campeón de Liga, Coppa Italia y Champions League. Casi nada. Una desafortunada acción en los cuartos de final del Mundial de Sudáfrica 2010 supuso la eliminación de la ‘canarinha’. El guardameta lloró al final del partido por el error cometido y pidió disculpas. La afición le apoyó y le consoló a su llegada al país. Tres años después disputó la Copa Confederaciones como el portero titular de su selección proclamándose campeón en Maracaná.
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Ballack: El '13' de la suerte
Michael Ballack jugaba con el número 13 a la espalda porque según él: “No era superticioso”. Pero era llegar a una final y perderla. En el Mundial de 2006 ni siquiera llegó a disputarla. La ‘Mannschaft’ cayó ante Italia en la prórroga. El entonces jugador del Chelsea lamentó la eliminación sobre el césped del Westfalen Stadion. Probablemente también lamentara haber escogido ese número a lo largo de su carrera.
Asamoah Gyan: la gran oportunidad perdida
El árbitro había señalado penalti a favor en el minuto 120 de partido. Asamoah Gyan miró al balón. Se dispuso a lanzar. Era una oportunidad histórica. Si marcaba daría a Ghana el pase a semifinales del Mundial de Sudáfrica 2010. Pero el balón se fue al larguero. Se llegó a la tanda de penaltis y Uruguay no perdonó. Abreu en un acto de locura lanzó el quinto a lo ‘Panenka’ y clasificó a la selección sudamericana. Gyan rompió a llorar por la oportunidad perdida. Boateng y un miembro del cuerpo técnico intentaron consolarle, sin éxito. Era la ocasión perfecta para romper la barrera de los cuartos de final para el fútbol africano.
Baggio: los penaltis se cruzaron en su camino
Las tandas de penaltis han provocado muchas lágrimas en aficionados y jugadores. Roberto Baggio no fue menos. El ‘10’ fue el encargado de lanzar el quinto penalti de Italia en la final del Mundial de 1994. El delantero de la Juventus erró su lanzamiento y Brasil se proclamó Campeón por cuarta vez en su historia. Baggio se lamentó junto a Baresi de la ocasión perdida. Y es que los 11 metros no era su punto fuerte. Las participaciones de ‘Il Divino’ en los Mundiales están ligadas a los lanzamientos desde el punto fatídico. Cuatro años antes fue Argentina la que eliminó a Italia en las semifinales de su propio campeonato. En Francia 98, la ‘azzurra’ cayó ante los anfitriones en cuartos de final tras perder en la tanda de penaltis, aunque en esta ocasión el anotó su lanzamiento.
Hierro: Al Ghandour nos hizo llorar
Dos goles anulados y un fuera de juego mal señalado. Como para no llorar. Las lágrimas de Hierro eran las de una España que había visto más cerca que nunca la posibilidad de acceder a semifinales. En el camino se cruzó Al-Ghandour. Un árbitro de infausto recuerdo. Corea del Sur venció en los penaltis a la selección española y obtuvo el pase. Camacho declaró años má starde sus sospechas por el arbitraje: “Creo que el juez de línea estaba 'tocado’”.Para Hierro fue su última oportunidad de conseguir algo importante con la selección.
Maradona: El más grande también llora
Incluso el más grande de todos los tiempos llora. Diego Armando Maradona no pudo contener las lágrimas tras perder la final del Mundial de Italia 1990 ante Alemania. Un penalti anotado por Brehme en el minuto 85 diola victoria a Alemania. ‘El Pelusa’ no pudo reeditar el éxito de cuatro añosantes, cuando se alzó con el segundo título para Argentina. El Mundial de Italia fue especialmente intenso para un Maradona que se enfrentó en más de unaocasión al público local. Su aventura en el país transalpino terminó un año después. Diego abandonó el Nápoles para enrolarse en las filas del Sevilla.
El abrazo del alma