"Prefiero que no llueva, no sé si el resultado será mejor o peor lloviendo, pero conducir aquí en seco es una pasada y conducir en agua se complica bastante. Solo hice carrera aquí en lluvia en 2001, pero cuando llueve todos sabemos cómo llueve, se forman unos ríos y unos charcos por todo el circuito que haces muchos "aquaplaning"" comentó.
El asturiano cree que con lluvia y sin control de tracción, la dificultad se multiplica: "No puedes ir a tope por las rectas y este año sin ninguna ayuda, pues aún menos, supongo, y la historia de la carrera una auténtica tómbola. ¿Que igual salimos ganando? Sí, pero prefiero que no llueva".
No habrá variaciones en el R-28
Comentó que para esta carrera "lo único que han hecho en los coches es limpiarlos y salir con ellos a la pista, así que no creo que haya muchas variaciones de lo que vimos la semana pasada y nuestro nivel de la pasada semana difícilmente lo vamos a mejorar o empeorar".
Alonso firmaría un cuarto puesto como el que consiguió el pasado fin de semana en Melbourne, "pero para eso sólo tendrían que quedar siete coches y no se si eso va a ser así". Después del Gran Premio de Australia, "todo está bastante normal, todos tranquilos, lógicamente contentos por haber conseguido cinco puntos ya, pero todos bastantes realistas de como fue el fin de semana en general, que quitando las últimas diez vueltas del Gran Premio era una situación mucho mas negativa de lo que finalmente fue".
Piensa que el R28 "tiene margen para el desarrollo, todos los coches que estamos a mitad de parrilla tenemos mas posibilidades que otros para mejorar, ya que supongo que el Ferrari, el Mclaren y el BMW están ya muy cerca de sus límites para buscar el máximo desarrollo. Sabemos que al coche le queda mucho, sabemos que hay zonas del coche donde hay que trabajar, aerodinámica, suspensiones... y creo que tenemos más margen que otros equipos y lo que tenemos que conseguir es que las mejoras que hagamos sean eficaces a la hora de ponerlo en la pista".