Los manifestantes se concentraron ante el Madison Square Garden, donde comenzaba la 133ª edición de la competición con carteles que rezaban "El KKK y el Club Kennel Estadounidense apoyan las razas puras".
"A diferencia del Club Kennel Británico, el estadounidense conserva un reglamento que promueve la endogamia en la cría, y que puede ocasionar problemas de salud e incluso la muerte prematura a estos perros", informó PETA a través de un comunicado.
La organización defensora de los animales exige que la asociación canina estadounidense adopte unas medidas más permisivas, como las que ya aplica su homólogo británico en los concursos, y que abogan por la salud de los canes.