Ahora se ha mudado a casa de los padres de su novio y en apenas tres semanas dará a luz a su propio hijo. Tenía quince años cuando hace ocho meses se quedó embarazada, como muchas jóvenes que no toman precauciones, pensaba que a ella no le iba a ocurrir. No dudó en contárselo a sus padres; primero se lo dijo a su madre, que trató por todos los medios de convencerla para que abortase y así no arruinase su vida: "mi madre se lo tomó muy mal. Me animó a que abortase, toda la gente de mi entorno me decía que era muy joven, que no lo tuviera. Pero al final decidí seguir adelante con el apoyo de mi novio".
Para este niña, interna en un colegio de monjas, y estudiante de administrativo, lo peor fue la reacción de su padre: "yo siempre había sido su niñita y de pronto le decepcioné. Para ellos también ha sido muy duro". Piensa en retomar sus estudios cuando nazca el bebé y para eso tirará de sus padres que también estarán para apoyarla.
La tasa de embarazos adolescentes se ha duplicado en España en los últimos diez años, un hecho provocado por la falta de educación sexual y el hecho de que cada vez se tengan relaciones antes.
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