¡¡ Madrid es rojiblanca !!

INFORMATIVOS TELECINCO 13/05/2010 05:39

ALBUM: Madrid se vuelca con el Atlético

La primera cita del equipo con la afición fue en el estadio Vicente Calderón, donde los jugadores, la junta directiva, el cuerpo técnico y el trofeo se subieron en un autobús descapotable con el recorrieron las principales calles de Madrid. En el feudo 'colchonero' les esperaban algo más de 500 personas que no dejaron de cantar hasta que la Copa se encaminó a la Catedral de la Almudena.

Ya desde que los jugadores se subieron al autobús, comenzaron a sonar cánticos como el 'campeones campeones' o 'sí, sí, sí, la Copa ya esta aquí', aunque el que sonó con más fuerza fue el himno del club, que fue coreado por todos los jugadores, a los que les acompañaron todos los hinchas.

La primera parada de la rúa rojiblanca fue en la Catedral de la Almudena a las 17.30 horas, donde el Auxiliar del Obispo, Fidel Herráez les recibió para ofrecer la Copa a la patrona de Madrid.

El auxiliar del Obispo, que reconoció ser atlético desde pequeño, acompaño a Simao y Forlán en su entrega de un ramo de orquídeas rojas y blancas.

Tras el acto religioso, el Atlético se encaminó hacia el Ayuntamiento de Madrid, donde, a las 18.30 horas le esperaba el gobierno madrileño con su alcalde, Alberto Ruiz Gallardón, a la cabeza.

Para que la afición pudiera estar cerca de los jugadores, se abrió el Patio de cristales del Palacio de Cibeles, donde Antonio López se convirtió en maestro de ceremonias.

La sede de la Comunidad de Madrid fue la penúltima parada en torno a las 19.30 horas, donde les esperaba la presidente Esperanza Aguirre, que mostró su agradecimiento porque los jugadores fuesen hasta allí y asegurar que "la afición rojiblanca es la mejor del mundo" y les invitó a volver la semana próxima con la Copa del Rey.

Una vez terminados los actos con las autoridades llegó el fin de fiesta. El autobús descapotable se encaminó hacia la fuente de Neptuno, donde le esperaban más de 40.000 rojiblancos.

Antonio López cumplió con la tradición y coronó al Dios de todas las aguas y los mares con una bufanda del Atlético, que llevaba esperando 14 años.

En el acceso a la fuente, esperaba a los jugadores un pasillo formado por los jugadores de la cantera rojiblanca. De nuevo, el himno del club atronó e inundó la ciudad de una emoción que se llevaba esperando mucho tiempo, y que paradojas del destino, se podría repetir en apenas una semana.