Ambos propulsores fueron enviados desde Melbourne a la fábrica de Maranello para ser analizados y allí se comprobó que la rotura de las válvulas se produjo por un mal funcionamiento de la inyección de gasolina, provocada por el fuerte calor.Un portavoz de Ferrari señaló que no se trataba de "un problema de control de calidad, ni de refrigeración. Ahora deberemos trabajar duro en los mapas de inyección y estamos seguros de que no se volverá a repetir la avería".
El presidente de Ferrari, Luca Cordero di Montezemolo, tiene fe en la reacción: "Tengo mucha fe en nuestro equipo. Sabrán aprender la lección de lo que pasó y veremos al verdadero Ferrari en el Gran Premio de Malasia. Trabajamos día y noche porque queremos hacerlo bien el domingo".
Raikkonen y Massa no serán los únicos en usar nuevo motor en Malasia. Trulli y Glock, de Toyota, Robert Kubica, de BMW, y Nelsinho Piquet, de Renault, también estrenarán propulsor.