Hay escuderías, como Renault, que esperan que la carrera en el Principado sea el punto de inflexión a su mediocre temporada. El equipo francés tiene todas sus esperanzas puestas en Fernando Alonso, que se mueve como pez en el agua en este circuito (consiguió la victoria los últimos dos años). Se esperan nuevas mejoras en el R-28 que, sumadas a la habilidad del español, hagan que la marca del rombo esté por primera vez en la temporada en condiciones de luchar por algo más que un sexto o un séptimo puesto.
Otro dato que puede beneficiar a Alonso es el clima. Las previsiones meteorológicas, aunque todavía son muy provisionales, indican que las temperaturas no pasarán de los 20 grados. Esto sin duda será muy positivo para los neumáticos del R-28, más castigados que los de los otros monoplazas al no tener tanta tracción. También se anuncia lluvia, y el español, con lluvia es de lo mejor de la parrilla.
A pesar de todo, Alonso no cree en milagros. Aunque las mejoras sean muchas para Mónaco, lo más probable, y así lo cree el bicampeón, es que al final siempre acaben ganando los que lo llevan haciendo durante toda la temporada: Ferrari y McLaren.
Después la victoria de Massa en Turquía y de mostrarse como líderes sólidos, tanto en el mundial de pilotos (Raikkonen) como en el de constructores, los Ferrari llegan a un circuito en el que suelen sufrir. El actual campeón del mundo no se fía de lo que pueda ocurrir este año. Se ha trabajado para resolver problemas del pasado y se espera que este año, el signo de Ferrari en Mónaco cambie.
McLaren, como en toda la temporada, será el principal rival de las 'flechas rojas' en el Principado. También habrá que prestar atención a los BMW, que sigue siendo la tercera en discordia. En Turquía, Kubica y Heidfeld fueron cuarto y quinto respectivamente y seguro que en Mónaco quieren repetir actuación e incluso volver al podio, como ya hiciera Kubica en Bahrein.
JNP