Móviles sin rastro: el mercado negro de las tarjetas prepago

PILAR BERNAL HERNÁNDEZ 19/11/2009 17:16

Existen intermediarios que las suministran a los locutorios o directamente a particulares. Reporteros contacta con uno de ellos, de origen pakistaní, que nos ofrece un número ilimitado de tarjetas por el precio de diez euros cada una.

"¿Qué necesita usted?, ¿prepago?, ¿recargas? Tengo todas las tarjetas. ¿Cuantas quieres? No hay problema", nos ofrece todo tipo de operadores y tantas líneas como necesitemos.

Reconoce que se trata de un trato ilegal que levanta las sospechas de la policía pero sabe como evitar los riesgos: "Esto hacerlo aquí es muy peligroso. Mejor yo voy a tu locutorio cada semana, tu coges las tarjetas, pagas y ya está".

Según él son los inmigrantes sin papeles los que necesitan comprar móviles prepago sin aportar datos por temor a ser identificados y detenidos.

La policía argumenta, sin embargo, que no es necesario porque no hace falta la tarjeta de residencia ni ningún documento que acredite la estancia legal en España para poder adquirir uno de estos móviles, basta con un documento del país de origen.

Comprobamos que estas tarjetas ilegales funcionan perfectamente y llamamos a las operadoras para averiguar a nombre de quién están registradas.

Nos explican que el titular es un hombre de nacionalidad pakistaní y que toda la partida está activada en el mes de agosto a nombre de la misma persona.

Sorprendentemente en una de las operadoras de telecomunicaciones mayoritarias nos informan de que, aunque la línea no esté a nuestro nombre, podemos seguir utilizándola sin problema porque está registrada: "Aunque no está identificada a mi nombre ¿puedo seguir utilizándola? No va a tener usted ningún inconveniente. Lo importante es que esté registrada así que no se la van a cortar, esté usted tranquila. Aunque lo ideal es que estuviera a su nombre".

Las fuerzas de seguridad ya investigan este nuevo tipo de fraude. Hay decenas de locutorios en toda España donde funciona este mercado oculto de tarjetas prepago que no dejan rastro y que permiten que los delincuentes se muevan con mayor impunidad.