Pese a que el equipo aterrizó a las 4 de la madrugada, la terminal aérea del aeropuerto Silvio Pettirossi de Luque se llenó de hinchas vestidos con la camiseta albirroja que agitaban banderas nacionales, fotografías de sus ídolos y carteles con inscripciones de agradecimiento, en una fiesta popular pocas veces antes vista en Paraguay.
Los jugadores se subieron a un escenario montado en el aeropuerto en medio de un espectáculo de fuegos artificiales, junto al presidente de la República, Fernando Lugo. El más aplaudido fue el atacante Oscar 'Tacuara' Cardozo, que lamentó no haber marcado un penalti que podría haber sido decisivo.
"Es difícil que salgan palabras por la emoción que nos embarga a todos. Tratamos de representarlos de una manera como tiene que ser el paraguayo, con mucha garra, con mucho orgullo. Dejamos todo en cada partido", dijo el portero Justo Villar.
Luego entregó a cada miembro del plantel una medalla con el emblema nacional y la inscripción 'El pueblo paraguayo en homenaje a sus atletas y dirigentes deportivos del Mundial de fútbol 2010', en una ceremonia que fue trasmitida en directo por los principales canales de televisión.
Junto a los internacionales estuvo el padre del delantero Salvador Cabañas, que no pudo acudir al Mundial por haber recibido un disparo en la cabeza a finales de enero en un bar de la capital mexicana que estuvo a punto de costarle la vida, y que recibió la medalla en nombre de su hijo.
Además, en el aeropuerto se congregaron ministros, legisladores, dirigentes deportivos y miles de hinchas enfervorizados que cantaban y sacudían carteles con mensajes como 'Albirroja gracias por hacer historia', 'Estamos orgullosos' y 'Tacuara te queremos'.
"Quiero agradecer a Paraguay por haberme desarrollado como entrenador y haberme permitido dirigir a su selección, y felicitarlos a ustedes porque tienen un grupo maravilloso de jugadores que los representa muy bien", señaló el seleccionador Gerardo 'Tata' Martino.
El técnico todavía no ha confirmado si continuará en el cargo, aunque tiene una oferta de la Asociación Paraguaya de Fútbol para seguir. 'No se va, Tata no se va', coreaba la afición, reconociendo la labor del técnico, que llevó al equipo nacional a los cuartos de final de un Mundial por primera vez en su historia.