Rihanna sorprende cada día un poco más con su excéntrico y atrevido estilo; tanto que consigue convertir su atuendo en protagonista de sus actuaciones. La cantante hizo lo propio en la Pepsi Super Bowl, donde se convirtió en lo más parecido a una 'cat woman'.
Un hombro, una pierna y la mitad de su sujetador quedaban al descubierto. La otra mitad de su cuerpo se cubría, perfectamente ceñido, bajo un traje negro con detalles en blanco. Unos altísimos tacones, unos guantes de cuero y unos llamativos pendientes completaban un look. de todo menos apropiado para salir a la calle, pero que a ella, hemos de admitirlo, le quedaba fenomenal. ¿Estará convirtiéndose en una versión edulcorada de Lady Gaga?