A primera vista, parece una típica niña de compras con su madre, vestida con los caprichos propios de una niña de tres años como sus bailarinas rosa. Pero si miramos de cerca la imagen, podemos ver que todas sus prendas son de famosos diseñadores, como destaca The Daily Mail.
Y es que los padres de Suri no escatiman dinero en conceder todos los caprichos de su hija, quizá en exceso. Suri es una niña y, como toda niña, su único deseo para su fiesta de su segundo cumpleaños era 'llevar un vestido de mariposa', lo que culminó en un cumpleaños en el que sus padres gastaron unos 65.000 euros. El pastel de cumpleaños tenía cuatro niveles y en el momento más importante no se soplaron velas sino que se soltaron cientos de mariposas vivas. Todo para un total de 24 personas.
Haber nacido en un mundo donde el dinero no es problema, no se aplican los límites habituales que delimitan la vida de un niño. Así, mientras que la mayoría de los niños de su edad tienen una habitación para jugar, Suri tiene un ala entera de la mansión de sus padres en Los Ángeles, que ella misma ha organizado con la ayuda de un decorador.
Sus habitaciones están equipadas con un sistema de música y cine en casa, además de tener un chef personal de guardia en todo momento.
Suri no tiene una hora fija para acostarse. En una reciente noche del viernes, se quedó a cenar con sus padres hasta la una de la mañana. En la misma semana, su madre la llevó a un concierto de Beyoncé. En el momento en que empezó la música, Suri se tapó los oídos y escondió la cabeza para escapar de la las luces brillantes.
"Los Cruise no son lo que podríamos llamar una familia típica", señala una fuente que ha trabajado con Tom en el proyecto de sus última película, 'Wichita', que ha llevado a todo el clan a trasladarse temporalmente a Boston.
"Suri parece estar muy cansada la mayor parte del tiempo y tiene un montón de rabietas , pero no es culpa de ella. Nadie lo cuestiona porque Tom es la gran estrella y pone sus propias reglas. Pero de ninguna forma me gustaría educar así a mi hija", añade.
Durante una tarde de compras con su madre y su guardaespaldas que duró cinco horas, gastaron unos 6.500 euros. La tarde de compras terminó abruptamente cuando Suri se sentó en suelo y se negó a moverse, lo que haría cualquier niño cansado.