Los miembros del grupo han recibido, durante su paso por Madrid, el disco de platino, al superar las 40.000 copias vendidas de su último trabajo, Rock or Bust, que va ya por los 65.000 ejemplares despachados en nuestro país y que ha sido número uno internacionalmente.
Tanto en Madrid como en Barcelona fueron dos horas a tope de concierto sin concesiones, a la máxima intensidad, entre el rugido de una potencia eléctrica descomunal que ha ensordecido los oídos de los más de 160.000 espectadores que han sumado las tres citas en España.
Angus Young, ataviado con su eterno uniforme de colegial, y Brian Johnson con su característica gorra lideraron la propuesta sobre un impresionante escenario de 75 metros de ancho por 60 de profundidad y 30 de altura, desde el que cada noche sonaron todos los clásicos del grupo durante dos horas de intensidad brutal.