Malachi Hemphill de Forest Park, Georgia, en EEUU, se disparó accidentalmente. Su madre, Shaniqua Stephens, y su hermana oyeron el estruendo en la habitación y corrieron hacia allí. Echaron la puerta abajo y encontraron a Malachi en un charco de sangre, informa The Telegraph.
“Mi hija me gritó ‘mamá, apaga su teléfono’. Cuando miré su teléfono vi que estaba en Instagram Live”, explicó su madre a una televisión local.
El adolescente ingresó en el cercano hospital de Grady donde murió de sus heridas.
Varios de los amigos de Malachi estaban viendo el vídeo cuando se produjo el accidente y varios corrieron a su casa para ver qué había pasado.
“Había unos 40 ò 50 chicos fuera”, explica Shaniqua. “Creo que eran los niños que estaban viendo el directo y que viven en la zona. Supongo que cuando ocurrió corrieron hacia aquí”, indica la madre de Malachi.
“Es un dolor que no se irá jamás”, añade. “Era mi único hijo. Tenía solo 13 años. El recuerdo de verle en el suelo nunca dejará mi cabeza”.
Shaniqua Stephens no sabe cómo consiguió su hijo un arma, pero cree que algún amigo se la pudo haber dado.