"¿Qué puedo decir, aparte de enfadarme por tener tan mala suerte?" Las banderas amarillas llegaron en el peor momento posible, cuando estaba entrando en la curva 14. Hasta entonces, mi vuelta era fantástica y había muchas posibilidades de ajuste en el cuarto mejor tiempo del día, lo que habría hecho que pudiese empezar desde la tercera posición en la parrilla. A partir de ahí, la carrera podría haber tomado un rumbo completamente diferente, pero tenemos que aceptar lo que pasó. Tuvimos mala suerte hoy, así que tal vez tenga suerte mañana", declaró el asturiano tras la sesión.
Además, Alonso aseguró que se centrará en finalizar la carrera y en estar atento a la actuación de sus rivales por el campeonato. "Nos enfrentamos a unos rivales muy fuertes, como Red Bull, que está delante y hay también McLaren que están detrás, así que tendremos que mantener un ojo en ambos lados de la pista. Estoy esperando un difícil domingo. El principal objetivo será terminar, la fiabilidad es crucial y traer a casa un buen botín de puntos", afirmó.
Por último, manifestó su deseo de que los cambios les den resultado el domingo. "Hemos cambiado algunas cosas en el coche con respecto a ayer, pero después volvimos a lo de antes porque no estábamos convencidos. Los cambios hacen que esté más optimista para mañana de lo que estaba para hoy, ya que nuestro ritmo de carrera es generalmente mejor que nuestro rendimiento a una vuelta. Esperemos que sea el caso", concluyó.