Joseph Crenshaw y su familia acudieron a Disneyworld, en Florida. Tras pasar el día allí, mientras volvían a su casa de Tennessee ocurrió la tregedia.
El avión en el que viajaban, y pilotado por Joseph, se estrelló. A pesar de los intentos del padre por salvar la vida de su familia, el aparato se descontroló debido a los fuertes vientos y lluvias que estaban teniendo lugar en Alabama.
A pesar de los esfuerzos del piloto por superar las inclemencias meteorológicas, el avión no pudo remontar y descendió de los 12.000 a los 6.000 pies. Cuando el controlador le dijo que remontara el vuelo, Crenshaw respondió: “Lo estoy haciendo lo mejor que puedo”.
Tras esto, se perdió el contacto con el aparato que se estrelló con la familia completa a bordo, Joseph y su mujer Jennifer y sus dos hijos de 16 y 14 años, según informa 'Mirror'.
Los testigos afirman que el avión explotó antes de chocar contra el suelo. Las investigaciones se centran ahora en saber qué hizo al aparato perder altura.