El responsable del equipo, Francisco Javier González García, junto con otros integrantes, explicaron a los vecinos de Amoeiro los descubrimiento realizados tras un trabajo de varios años, que estuvo ligado al trazado del gasoducto que cruza las provincias de Ourense y Pontevedra.
El también científico del equipo Marco García explicó a Efe que los hallazgos de Amoeiro están en un entorno muy desarrollado en época prehistórica, pues muy cerca se encuentra el castro de San Trocado y el de San Cibráo de Lás, el mayor de Galicia.
En ese sentido, explicó que entre los petroglifos de Amoeiro -en la orilla del río Barbantiño contraria a la de los castros- está la Pedra da Ferradura, que hace de centro de un triángulo, cuyos vértices son los castros de San Trocado, San Cibrao de Lás y el de Coto do Castro, en un radio de 15 kilómetros.
La Pedra da Ferradura es ya una roca única en Galicia para los investigadores, pues tiene el mayor número de grabados pétreos de pies (once "petroglifos podomorfos"), y formas de herraduras, pequeñas cuevas o "cazoletas", círculos concéntricos y otras.
Según García, los grabados podomorfos se vinculan, en yacimientos de Francia, Irlanda e Inglaterra, a lugares de investidura de jefes locales, y están datados en la Edad del Hierro, más antiguos que los de Campo Lameiro, en Pontevedra, dijo.
En las proximidades de esta piedra, el equipo del CSIC encontró otros elementos que les llevaron a formular la existencia de una estación de arte rupestre, con 30 rocas agrupadas en varios lugares próximos entre sí y con grabados concebidos para marcar momentos concretos del año, como los solsticios y equinoccios solares.
Algunos de estos grabados tienen formas peculiares y están protegidos por otras rocas, lo que les hace peculiares según la arqueóloga Yolanda Seoane Veiga, y por eso fueron publicados ya en revistas especializadas de Estados Unidos y Europa del ámbito de la arqueoastronomía.
Los hallazgos del CSIC en Amoeiro recorren todas las épocas de la prehistoria e historia desde hace 30.000 años, añadió Seoane, quien recordó que sólo en la parroquia de Trasalba y en sus cercanías, hay 30 petroglifos, 3 castros, dos yacimientos paleolíticos, un dólmen o "mámoa", un yacimiento romano y medieval y ermitas, conventos, iglesias y pazos de diferentes épocas.
"Es llamativa la permanencia de algunos elementos decorativos, como formas entrelazadas o herraduras de petroglifos, que aparecen también en piedras de fuentes e iglesias de épocas muy posteriores, lo que indica que los canteros conocían la existencia de los petroglifos y sus formas y luego las utilizaron en sus trabajos".
Coincidiendo con el solsticio de verano de la pasada madrugada, el equipo de investigadores visitó el petroglifo en forma de pez, grabado en el interior del "abrigo de A Zarra" de Amoeiro, en el que varias piedras dejan un hueco rectangular en cuya base está grabado el pez, que fue iluminado ayer poco después de las 22:00 horas por el sol situado en el solsticio.
Otro petroglifo situado a un kilómetro de éste, en el llamado "abrigo do raposo" -descubierto en 2009-, marca el solsticio de invierno, ya que el sol coincide con un grabado curvado en los últimos días de diciembre.
El valor arqueoastronómico, según Seoane Veiga, se completa con el hecho de que las sombras proyectadas en determinadas épocas, coinciden, en el horizonte, con los castros de San Trocado y de Coto do Castro, entre otras referencias de la zona.
Para divulgar los hallazgos, CSIC y Ayuntamiento de Amoeiro prevén ampliar las prospecciones, a partir del mes de septiembre y actividades divulgativas, como conferencias y observaciones astronómicas para el mes de diciembre.