China concentra su malestar en Google y evita extender el conflicto a Washington

AGENCIA EFE 23/03/2010 04:26

Pekín, no obstante, criticó a la empresa estadounidense por la medida, asegurando que "perjudica la imagen de la empresa, no la de China", según dijo el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino Qin Gang en su rueda de prensa de hoy, en la que Google fue el tema estrella.

Qin rechazó todo enfoque político de la decisión, asegurando que "vincular esto con las relaciones entre China y Estados Unidos o con la imagen internacional china, es matar moscas a cañonazos".

También se negó a confirmar si Pekín tomará o no represalias contra el buscador (por ejemplo, un posible bloqueo de la web), pero sí advirtió a la multinacional que deberá portarse con responsabilidad ante las posibles "consecuencias".

Desde la pasada madrugada, Google ya no ofrece su versión censurada para el mercado chino (Google.cn) y en lugar de ello redirige a su sitio de Hong Kong (Google.com.hk), que no filtra las búsquedas eliminando enlaces a webs "sensibles" para Pekín.

El portavoz Qin insistió hoy en que China "administra la red de Internet de acuerdo con la ley y las prácticas internacionales", y que la red informática en el país "está completamente abierta" pero que al mismo tiempo las autoridades "han de limitar cualquier contenido que dañe la seguridad nacional o los intereses sociales".

También destacó que el gigante asiático da la bienvenida a que las empresas extranjeras entren en el mercado, pero de acuerdo con la ley del país: "Si quieres hacer negocios en China debes respetar sus leyes y regulaciones", añadió.

Preguntado el portavoz si usaba él mismo Google y si había notado problemas en las búsquedas de hoy, Qin señaló que utilizaba con frecuencia la web estadounidense "pero también otros buscadores".

La Oficina de Información del Consejo de Estado (Ejecutivo) también se pronunció hoy contra Google, pocas horas después de que el buscador cambiara su configuración en China, destacando que la firma "violó su promesa escrita" tomando una decisión "totalmente incorrecta".

En su comunicado, la citada oficina recordó que Google culpa erróneamente al Gobierno chino del ataque de "hackers" contra su web, ocurrido el 12 de enero, sin que se haya demostrado el vínculo entre los atacantes (que actuaron desde ordenadores de dos centros educativos del este de China).

También subrayó los esfuerzos de Pekín para evitar que no se llegara a la situación de hoy: "Los departamentos relevantes del Gobierno chino hablaron dos veces con Google, a petición de ellos, el 29 de enero y el 25 de febrero para escuchar las intenciones reales de la compañía y para demostrar la sinceridad del gobierno".

"Dimos explicaciones pacientes y meticulosas a las preguntas de Google (en las conversaciones)... y le dijimos que aún se daba la bienvenida a su operación y desarrollo en China si estaba dispuesta a apegarse a las leyes chinas", sentenció.

Google dejo desde la madrugada de hoy de utilizar el filtro que aceptó usar hace cuatro años como condición para poder estar en el mercado chino -el mayor del mundo con casi 400 millones de internautas- y que le había valido muchas críticas de ONGs pro derechos humanos, que la acusaban de plegarse a la censura de un país sin libertad de expresión como China.

Mientras en Occidente la empresa estadounidense suele concentrar cuotas de hasta el 75 por ciento de las búsquedas totales en la red, en China -como ocurre en otros mercados asiáticos- Google es menos popular, y en el gigante asiático sólo tiene un 30 por ciento del mercado local, dominado por la local Baidu (60 por ciento).

El punto de inflexión entre Google y China se inició en enero, cuando la compañía reveló haber sido víctima de un ataque por parte de piratas informáticos.

Durante la investigación de ese incidente se descubrió que alguien había intervenido los correos electrónicos de activistas de derechos humanos en China, ante lo cual Google anunció que dejaría de filtrar sus búsquedas en el país, aunque ello implicara el fin de su presencia en la tercera economía mundial.