Así lo ha advertido el Observatorio de Internet, una organización privada dirigida por Francesc Canals, que desde hace años se encarga de escarbar en la red para poner de relieve los peligros que este sistema puede entrañar.
Canals ha puesto de relieve que en los últimos años la red se ha ido llenando cada vez más de ofertas para que el usuario pueda comprar copias falsificadas de cualquier tipo de producto, con el consiguiente perjuicio para las marcas.
A diferencia de otros países de Europa, como Francia, en España la compra de productos falsos no está sancionada ni penal ni administrativamente, ya que tan sólo se persigue su distribución y su venta.
El anonimato que proporciona la red y la dificultad de seguir el rastro, ha promovido, según Canals, la proliferación en Internet de ofertas de productos falsificados, copiados o replicados.
De esta forma, en la red se puede acceder a un gran abanico de productos falsificados que se venden a un precio muy inferior al que tendría el original, como juguetes, productos de farmacia o parafarmacia, perfumes, ropa, complementos, joyas y relojes, e incluso vestidos de novia, guitarras eléctricas o diplomas universitarios.
A través de Internet también se puede acceder incluso a páginas donde se facilitan los pasos a seguir para poder crear códigos de barras para dar mayor apariencia de realidad a los productos falsificados, según Canals.
MTF
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