Murciélagos, musarañas y perenquenes, la desconocida fauna nocturna canaria

AGENCIA EFE 09/11/2010 14:44

Así lo ha indicado Guillermo Delgado, técnico superior en Biología del Museo de Ciencias Naturales de Tenerife, dependiente del Cabildo insular, y que ha señalado en una entrevista a Efe que existe un gran desconocimiento acerca de los animales nocturnos y sobre ellos se han arrastrado ideas equivocadas.

Un ejemplo es el de que los murciélagos están asociados con los vampiros, cuando en realidad es un grupo minoritario (sólo hay tres pequeñas especies -en América- que reciben esta consideración de un total de mil) porque se han especializado en succionar la sangre de grandes animales mientras duermen.

En Canarias todas las especies de murciélagos son insectívoras y entre ellas está el orejudo canario, que vive en las islas más montañosas asociado básicamente a bosques de pinar, y también se encuentran el rabudo, el de bosque y el de Madeira, entre otros.

Los murciélagos canarios son micro-mamíferos y se comportan como "cazadores nocturnos de pequeños insectos", generalmente mariposas.

Estos animales han experimentado una complejísima adaptación para vivir en un medio nocturno puesto que "no ven mediante sus ojos", sino que, de forma similar al sonar de un submarino, emiten impulsos sonoros que rebotan y les dan una idea tridimensional del espacio y hasta de la trayectoria de una posible presa.

Al contrario que en Europa, el clima benigno de las islas hace que los murciélagos canarios no hibernen, y al respecto la única particularidad es que no vuelan en días de mucho viento porque les perturba su sofisticado sistema de orientación y detección.

Sin embargo, a Guillermo Delgado le preocupa el desconocimiento sobre el papel que desempeñan los murciélagos, pues controlan muchas especies que ocasionan "graves daños" a los cultivos.

Otros animales que guardan "cierto paralelismo" con los murciélagos, aunque en este caso terrestres, son las musarañas, otros micromamíferos nocturnos e insectívoros, lo que implica también una especialización en su dentadura, de forma que usan unas piezas para romper y otras para cortar.

Sus ojos son también prácticamente inexistentes y utilizan pelos sensoriales en el hocico y unas orejas desproporcionadamente grandes para captar hasta el más mínimo ruido, explica el biólogo, quien precisa que las musarañas son animales de vida muy corta y su ritmo cardíaco puede alcanzar las 500 pulsaciones por minuto.

Hay una especie de musaraña endémica en Canarias, en Lanzarote, Fuerteventura y Lobos, la "Crocidura canariensis", que evolucionó a partir de un ancestro en el norte de África.

Se han encontrado restos de esta especie en yacimientos paleontológicos de las islas orientales datados en varios miles de años, relata el biólogo.

Añade que en un determinado momento, en la época en que se desecó el Mediterráneo y se podían alcanzar las islas por tierra, un grupo de esta especie "viajó" desde el norte de África hacia Sicilia, mientras que otro derivó hacia el oeste y alcanzó Canarias.

"Es decir, lo más parecido a la musaraña canaria vive en Sicilia", resume Guillermo Delgado, quien señala que esta especie, cuya raíz genética parte del norte de África, podría haber llegado a las islas orientales en "balsas flotantes", es decir troncos o vegetación que se desplazó por mar en una época en que el Sahara era casi un bosque tropical.

También hay en Canarias una diminuta especie de musaraña del género "Suncus" no endémica, que quizás fue introducida accidentalmente y que se descubrió en 1984 en el norte de Tenerife, aunque actualmente está repartida por toda la isla, pues no ha encontrado en tierra competidores similares, mamíferos nocturnos insectívoros.

En Gran Canaria se descubrió que la musaraña "Crocidura osorio" no era endémica, sino vinculada a una europea (C. russula) y que llegó a la isla en épocas recientes, como consecuencia del comercio.

Otros emblemáticos animales nocturnos de Canarias son los perenquenes, reptiles que, a diferencia de lagartos o lisas, tienen la capacidad de mantener actividad nocturna y se distinguen por sus ojos "enormes", un claro indicador de que está adaptado para una notable visión en ese medio tan particular, pues caza insectos y para ello se mimetiza con el entorno.

"Sin embargo, todavía hay quien piensa que estos animales chupan la cera del interior de nuestros oídos", señala Delgado.

El biólogo detalla además que los perenquenes de Cabo Verde proceden de una "colonización" que llegó de Canarias por mar hace varios millones de años.

El perenquén es un animal de una resistencia "abismal" y a eso explica que un grupo de estos animales, previsiblemente desde Tenerife o La Gomera, llegaron a Cabo Verde -unos 1.400 kilómetros de distancia- en troncos o cúmulos de vegetación, pues se ha constatado que su anclaje genético está en Canarias, aunque luego evolucionó en el archipiélago caboverdiano y originó varias especies endémicas.

Por Ana Santana