'Transition' que se conduce como un coche, usa gasolina de alto octanaje. Incorpora tracción delantera e incluso airbags frontales para cumplir con la normativa de los coches.
Su autonomía de vuelo es de aproximadamente 7,84 litros por cada 100 kilómetros. A diferencia de un coche, puede desplegar sus alas y volar, necesitando tan sólo poco más de medio kilómetro de pista para despegar, una gran ventaja en entornos urbanos, donde hay menos espacio.
La aeronave, que estará disponible a finales del 2011, es impulsada gracias a su hélice trasera, alcanza velocidades cercanas a los 185 kilómetros por hora.
No es ideal para viajes con cargas muy pesadas, ya que sólo puede soportar alrededor de 210 kilogramos, incluyendo el combustible y los pasajeros, pero para pilotos deportivos, acostumbrados a viajes de corto recorrido, es una solución ideal mediante el uso de un solo vehículo.
Su ventaja es que si se presenta mal tiempo, el avión puede aterrizar y continuar su camino por carretera.
La empresa Terrafugia, responsable de este invento, fue fundada en 2006 por cinco estudiantes graduados de ingeniería en el MIT.
La aprobación de vuelo de la FAA se había retrasado porque el modelo pesaba demasiado para obtener la designación de aeronaves deportivas, pero la agencia de aviación le dio una exención ya que necesitaba unos kilos de más para acomodar el sistema de airbags y otras disposiciones en seguridad.
La compañía ya ha recibido 70 pedidos por adelantado.
'Transition', recibió esta semana la calificación de la FAA para aeronaves ligeras deportivas. El prototipo de prueba ha estado volando alrededor de un año, por lo que el fabricante de aviones Terrafugia podría desvelar el inicio de la producción de su modelo el próximo mes en la convención anual de la 'Experimental Aircraft Association' en Oshkosh, Wisconsin.
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