Un vecino de San Cibrán Lás descubre petroglifos alineados al Sol y en el norte celeste

AGENCIA EFE 27/06/2009 11:30

González es funcionario de la Agencia Tributaria de Ourense, tiene 41 años y decidió mostrar los petroglifos que conoce desde su infancia a un historiador, a un matemático y a la Asociación divulgativa "Ourense Astronómico" para "que contrasten mediciones y comprobaran su validez".

En ese sentido, el presidente del colectivo astronómico Camilo Fumega, explicó a Efe que los grabados de cualquier petroglifo "pueden amoldarse a mil y una interpretaciones" pero sobre los del monte da Ermida, hallados por Felisindo, dijo que consisten en varias "cazoletas" y otras formas degradadas por la erosión grabadas hace 3.500 años.

"Los visité con él y comprobé sus mediciones que muestran que dos de las cazoletas excavadas se pueden unir con una línea que señala el punto del cielo por el que pasa el Sol al ponerse en el solsticio de verano y otras dos que apuntan al polo norte celeste", dijo.

Felisindo y Camilo coincidieron en afirmar que hay que continuar las comprobaciones pues, según Fumega, otras cazoletas y grabados de la roca podrían coincidir con nuevos elementos astronómicos "aunque con lo ya visto es posible afirmar que es un calendario astronómico prehistórico que recoge las dos observaciones básicas del ser humano al levantar su cabeza hacia el cielo", agregó.

El descubridor del calendario astronómico de A Ermida -situado a diez kilómetros del estudiado por el CSIC en varias rocas de los montes de Amoeiro- explicó a Efe, que además de su trabajo y de sus mediciones, destinó parte de su tiempo a estudiar historia, lo que le permitió indagar el marco de sus hallazgos.

"A partir de los petroglifos que conozco desde mi infancia se puede aventurar que los habitantes prehistóricos de esta zona obtuvieron una gran utilidad de su descubrimiento del solsticio y del polo norte celeste, pues pudieron conocer por adelantado la llegada de la estación de las siembras y tuvieron una referencia celeste para sus viajes comerciales", apuntó.

En ese sentido, González dijo que está documentada la presencia de comerciantes fenicios y púnicos en la desembocadura del río Miño, en Pontevedra.

"Este río llegó a tener un curso navegable de 800 estadios de longitud, que vienen a ser 140 kilómetros y con la gran riqueza de estaño de toda esta comarca, no es difícil imaginar que vinieron a recogerlo en barco", subrayó.

El petroglifo de A Ermida descubierto por González, se encuentra en la ladera del monte de San Trocado -a dos kilómetros del castro de San Cibrán de Lás- donde también están el castro Martiño y el castro de Eiras -ambos sin estudiar ni catalogar-, un altar romano reutilizado en una vivienda de Eiras, piedras de época castrexa y una calzada romana que une Barbantes con San Cibrán de Lás.

Según González, el castro de San Cibrán de Lás, que está en obras para convertirlo en centro de interpretación de la cultura castrexa de Galicia, no está sólo sino vinculado a los hallazgos de Eiras e incluso a los de Amoeiro que ahora empiezan a estudiarse.

Todo ello indica una intensa ocupación humana de la zona en época prehistórica -de la que son los petroglifos y alguna mámoa-, castrexa -de la que provienen los castros-, romana -con aras y caminos- y medieval como muestran ermitas e iglesias.

González opinó que los petroglifos de A Ermida son también un "mapa" prehistórico, ya que varios grabados de la roca están orientados hacia el castro de San Cibrán de Lás, de más de 2.000 años de antigüedad, "y esto indica que ya estaba habitado antes, también demostrado por un dolmen en el mismo recinto", agregó.

Felisindo envío a la Xunta en febrero de 2009 las coordenadas exactas de los petroglifos de A Ermida que están sin inventariar y en unas obras que se hicieron en el monte, después de que una pala excavadora pasara muy cerca.

"Quise alertar de su existencia para que se protejan", comentó González, quien todavía espera una respuesta a sus preocupaciones por el futuro de se patrimonio.