Las acciones preferenciales de Vivo caen más de 1 por ciento tras el veto a la oferta de Telefónica

AGENCIA EFE 01/07/2010 00:00

Las acciones preferenciales de la mayor operadora de telefonía móvil de Brasil no lograron deshacerse al cierre de las pérdidas con las que abrían la sesión, cuando registraron una caída de hasta el 2,43%, en el índice Ibovespa, el indicador de referencia del mercado brasileño.

Mientras, los papeles ordinarios de la firma, que son aquellos con derecho a voto y no se encuentran entre las 65 mayores acciones del selectivo paulista, subieron un 7,1%.

El Gobierno portugués vetó hoy la venta a Telefónica por 7.150 millones de euros (unos 8.710 millones de dólares) del 30% del capital de Vivo que PT tiene a través de Brasilcel, la sociedad de riesgo compartido constituida por las dos empresas ibéricas para sus activos de telefonía celular en Brasil.

La oferta de Telefónica había sido aceptada por el 73,9% de los accionistas de la firma lusa en una asamblea celebrada hoy en Lisboa, pero el Estado portugués usó la "acción de oro" con derechos especiales que mantiene en Portugal Telecom para rechazar la operación.

Una fuente de Vivo consultada por Efe declinó hacer comentarios sobre el veto del Gobierno portugués y aseguró que corresponde a PT dar una respuesta a la noticia.

Por su parte, Telefónica de España ha ampliado hasta el 16 de julio el plazo para que Portugal Telecom (PT) acepte su oferta y ha calificado de "ilegal" el veto del Ejecutivo portugués.

La decisión del Gobierno socialista del primer ministro José Sócrates causó una gran sorpresa entre los accionistas, dada la oposición que ha manifestado la Unión Europea a la tenencia de acciones estatales con derechos especiales y más aún a su utilización práctica.

Vivo, que lidera el mercado brasileño con 55,5 millones de clientes, equivalentes a más de una cuarta parte de la población total del país, nació en abril de 2003, meses después de que la Agencia Nacional de Telecomunicaciones (Anatel) de Brasil aprobara la constitución de Brasilcel, con sede en Holanda y controlada en partes iguales por Telefónica y Portugal Telecom.

Brasilcel, a su vez, tiene el 60% de Vivo, mientras que el resto del capital está en manos de accionistas minoritarios o se negocia en las bolsas de Sao Paulo y Nueva York.

Desde su creación, Vivo se ha mantenido como la empresa líder en Brasil, un atractivo mercado de 190 millones de habitantes en el que Telefónica y Portugal Telecom ven un futuro promisorio para su negocio puesto que el total de clientes de la compañía brasileña puede superar en los próximos años a la población de España y Portugal juntos.

Según datos de mayo de Anatel, Vivo tiene el 30,25% de los 183,7 millones de líneas móviles del país.