Tras la polémica surgida a raíz de un comunicado de la cantante estadounidense Taylor Swift, que en un primer momento rechazó poner su discografía a disposición de Apple Music si no veía compensación por los derechos de autor durante los tres meses de prueba, Apple anunció que efectivamente, los sellos discográficos y los editores recibirán una compensación.
Por cada canción reproducida en el servicio 'streaming' durante el período de prueba, Apple abonará 0,2 centavos a las casas discográficas, según ha informado The New York Times.
El acuerdo lo aplauden los sellos independientes, ya que creen que ayudará a que pequeñas casas puedan estar presentes en Apple Music y ganar dinero de sus canciones.
Sin embargo, y según explica el mismo medio, Apple todavía se encuentra negociando con varios editores, porque esta tarifa no incluye un pago menor por derechos de composición que se dirige, precisamente a los editores.
El papel de Taylor Swift en este acuerdo es visto por unos como detonante de que se pudiera alcanzar un acuerdo con tanta rapidez. Otros, como es el caso del responsable de la casa discográfica PIAS, Adrian Pope, creen que la cantante solo ayudó a culminar el trabajo iniciado por muchos otros.