El sur será un desierto y desaparecerán playas por el cambio climático en España

El Tiempo Hoy 28/10/2016 16:50

El sur, un desierto

Imagínate ciudades como Sevilla, Cádiz, Málaga o Granada sin ningún tipo de vegetación, solo arbustos en las llanuras y bosques caducifolios en las montañas. Este es el escenario que se imaginan un grupo de investigadores franceses, que acaban de publicar un estudio en 'Science' sobre el tema. Según dicen, si no se hace nada por limitar el calentamiento global y sube más allá de los 2ºC (límite que se impuso en el Acuerdo de París en 2015), todo el sur de España se convertirá en un desierto. El paisaje será muy similar al actual desierto de Tabernas (Almería).

Tendremos menos playas

Uno de los mayores atractivos de ciudades como Benidorm, Cullera o Gandía son sus playas, está claro. Pero con la subida del nivel del mar, fruto del deshielo del Ártico, es posible que la gente de Madrid se quede sin sitio en donde veranear. Según un informe realizado en 2014 por el Ministerio de Agricultura, a finales de este siglo el nivel del mar en las costas españolas habrá aumentado entre 60 y 72 centímetros si no se hace nada por mitigar el calentamiento del planeta. Además de quedarnos sin playa, habrá una enorme pérdida de hábitats en las costas y se erosionará enormemente la arena superviviente (sobre todo en la costa mediterránea) cuando lleguen los tradicionales temporales de levante. Por no hablar del turismo, que se resentirá gravemente.

El norte tendrá inundaciones más extremas y será más mediterráneo que nunca

Si a la subida del mar le sumamos los cambios en el oleaje y los vientos, lo más seguro es que las famosas galernas de Cantabria se hagan más fuertes que nunca. Además, según el informe del Ministerio de Agricultura, las inundaciones de costas por estas serán más frecuentes e intensas a la vez. Así, por ejemplo, en Bilbao, "la cota de inundación de 3,85 metros pasará de ocurrir una vez cada 50 años, por término medio, a una vez cada 15 años en 2040". Sí, quizá nos quedemos sin Guggenheim. Además, al aumentar las temperaturas medias también cambiarán los climas, y el norte será más mediterráneo que nunca.

Adiós a las naranjas de Valencia o los olivos de Jaén

No tendrá sentido comprar naranjas de Valencia, aceite de Jaén o vino de La Rioja. Primero, porque la falta de agua hará que los cítricos sean más pequeños y que muchos ni se recojan de los árboles; y, segundo, porque si siguen subiendo las temperaturas, la uva y el vino también irán desapareciendo. Por eso, otros países como Rusia podrían salir beneficiados debido a veranos más húmedos e inviernos menos duros que favorezcan el cultivo de cítricos.