Ilari Nurmi, quien era vicepresidente de promoción de productos y responsable de la estrategia de teléfonos inteligentes de la firma, confirmó a Reuters en un correo electrónico que dejó la empresa finlandesa. Nurmi no dejó en claro si se fue por cuenta propia y la compañía declinó comentar sobre los motivos de su marcha.
El exejecutivo fue el encargado de hablar con los medios el mes pasado cuando Nokia presentó el Lumia 920, un teléfono de alto nivel. Desde entonces, los inversores se mostraron decepcionados con la ausencia de detalles sobre los precios y la fecha de lanzamiento del nuevo equipo. El éxito de Lumia es crucial para Nokia, ante la fuerte competencia de rivales como Apple y Samsung.
Nokia, que llegó a ser el mayor fabricante mundial de teléfonos móviles, quedó rezagado frente a sus rivales en el mercado de dispositivos avanzados, como el iPhone o el Galaxy, y ha anotado una pérdida operacionales de hasta 3.000 millones de euros en los últimos 18 meses.