Y eso a pesar de que a Microsoft no le hace ninguna gracia ver que sus empleados tienen un iPhone. Los que lo tienen suelen esconderlo cuando están con otros compañeros de trabajo (sobre todo superiores).
Microsoft ya ha dado muestras de esta guerra interna contra Apple. A principios de 2009 la empresa modificó su política de pago de tarifas telefónicas a sus empleados. Apoyándose en un supesto plan de recorte de gastos, anunció que sólo pagaría el teléfono móvil empresarial a aquellos que tuvieran el sistema operativo suyo.
Además, es conocida la animadversión de Steve Ballmer hacia el iPhone de Apple. De hecho, AppleInsider señala que hace unos meses, en una reunión de empleados, Ballmer pilló a un trabajador usando el iPhone. Su reacción fue hacer observaciones burlonas con lo que consiguió que el trabajador fuera abucheado por el público.