Buenas noticias: ya sabemos el punto débil de los asteroides que amenacen la Tierra

El Tiempo Hoy 31/01/2017 16:23

*FOTO: Josep Maria Trigo y Carlos Moyano - NASA's redirect asteroid mission/ Fuente: IEEC - NASA

Antes de enviar un proyectil o un artefacto cinético, que lo destruya o lo desvíe, hay que estudiar cómo atacarlo. Esto es lo que ha hecho el equipo internacional de científicos, dirigido por el Instituto de Ciencias del Espacio (IEEC). Aseguran que la clave está en aspectos como la dureza, la elasticidad y la resistencia del asteroide. Los resultados han sido publicados en el Astrophisical Journal y, según sus autores, es solo un buen primer paso de toda la investigación que queda por hacer.

Como asteroide muestra, el meteorito Cheliábinsk

Para poder analizar la roca físicamente se ha usado uno de los trozos del meteorito Cheliábinsk, el que cayó en Rusia en 2013. Del millar de pedazos, que consiguió atravesar la atmosfera y tocar el suelo, unos cuantos han sido recuperados para este estudio por su gran consistencia y sus buenas condiciones: "El estudio de la composición química y mineralógica del meteorito Cheliábinsk nos permite conocer detalles fundamentales sobre la importancia de los procesos de compactación por colisiones que han sufrido los asteroides cercanos a la Tierra. Los resultados de este trabajo son muy relevantes para una posible misión en que se desee desviar de manera eficiente un asteroide próximo a la Tierra", señala el investigador Josep Maria Trigo, del Instituto de Ciencias del Espacio (IEEC-CSIC).

Para este experimento se hizo uso de un nanoindentador, una herramienta compuesta por agujas minúsculas. Estas hacen punciones en la capa superior de la roca del meteorito, comprobando que las zonas más oscuras (las que habían chocado) son más duras y menos 'atacables' que las claras (las más blandas).

*FOTO: Meteorito Cheliábinsk al detalle/ Fuente: Joan Costa - IEEC

Un paso más para hacer posible la misión AIDA

Actualmente, la Agencia Espacial Europea (ESA) busca financiación para desarrollar junto a la NASA el programa conjunto "asteroides peligrosos", diseñado para desviar la trayectoria de estas rocas.

Además, ambas tienen en marcha la misión AIDA, que estudia la posibilidad tecnológica de que una sonda impacte sobre un asteroide para evitar que choque contra la Tierra. Con este estudio, podrán saber hacia dónde apuntar el proyectil.