Febrero se despide con la luna de la nieve

Marcos Fernández * | Meteoralia 22/02/2016 16:46

Precisamente, este febrero, la luna llena coincide con un paréntesis entre dos periodos fríos. Al primero ya asistimos la semana pasada y el próximo comenzará a mitad de semana pero, sobre todo, de cara al fin de semana cuando las temperaturas sean sensiblemente más bajas y la nieve regrese a cotas bajas.

Además, esta luna llena es de singular belleza respecto a otras lunas del año porque en noches despejadas, el hielo y la nieve, que en esta época han alcanzado su máxima extensión, reflejan la luz lunar e iluminan la madrugada. En las zonas donde la calima africana lo permita podremos contemplar incluso un halo de luz en torno a la luna gracias a efecto reflectante de la cobertura de hielo.

Pero, la luna de la nieve de febrero no es la única del año. Esta madrugada culmina la primera, que arrancó con la luna nueva anterior. La próxima tendrá lugar con la llegada de los primeros fríos en noviembre de 2016, con el otoño ya avanzado.

En cualquier caso, a ambas se les conoce también como la luna de los hielos en alusión clara a la época en la que estamos. Sin embargo, la de esta madrugada también tiene una particularidad y es el carácter corto de febrero debido al cual no siempre una luna llena coincide en este mes, que en esta ocasión tendrá 29 días. Y es que la luna llena en febrero sucede cada 19 años.

También, la de febrero tiene otra particularidad respecto a la de noviembre. Conforme avanza este mes y nos aproximamos a marzo, los días crecen y se acerca el final del letargo. Por regla general, empezamos a presentir el final de la época fría con jornadas puntualmente cálidas.

Así lo celebraban con esta luna llena no solo los antepasados europeos sino también los americanos. Los nativos de América del Norte, en el S.XVI bautizaron también a esta fase lunar de febrero con ambos nombres: luna de la nieve o del hielo y la festejaban como la última antes de la llegada de la primavera.

La de la muerte

Tanto es así que la luna nueva que sigue a esta es conocida tradicionalmente como la luna de la muerte haciendo referencia a aquellos que no aguantarían hasta el equinoccio de primavera y sucumbirían al invierno a punto de acabar.

Los árboles empezarán a mostrar en breve sus primeros brotes. Lo harán muy tímidamente. También los capullos en floración intentan salir adelante entre el deshielo de marzo en las zonas de valle y menos elevadas. Sin embargo, antes, como ahora, la nieve y el frío tras la luna llena de esta madrugada pueden volver a sorprender. En estas circunstancias el invierno más crudo acabaría con los pequeños vestigios de vida que luchaban por salir adelante coincidiendo la próxima luna nueva.

A esta tradición ha contribuido a lo largo de la historia el propio mes de febrero, que se ha caracterizado por un tiempo inseguro sorprendiendo en pocas horas con cambios estacionales muy bruscos que han echado por tierra los primeros brotes del año.

Sin ir más lejos, este año sería un buen ejemplo con una primera mitad del invierno muy cálida, incluso los primeros días de febrero con valores más que primaverales en el Mediterráneo, el Cantábrico y los archipiélagos. A mitad de mes llegó la primera invasión de aire frío del invierno con heladas muy severas incluso en zonas de prelitoral y el llano quemando muchos cultivos y árboles en floración.

Coincidiendo con esta luna llena de las nieves cerramos un paréntesis de temperaturas suaves para recibir otra vez al frío intenso y las nevadas, si se cumplen las previsiones de cara a finales de esta última semana en la que despedimos febrero.

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*Marcos Fernández (@marcosfdezfdez) es periodista especializado en Meteorología.