Gastón Acurio expone en Fundació RBA su visión de la cocina como arma de transformación social

CHANCE 03/02/2016 17:09

Gastón regresaba ayer de Euskadi, donde estuvo presentando la primera edición del premio Basque Culinary World Prize, uno de los premios más importantes del mundo en gastronomía. Acurio forma parte, junto a otros cocineros como Ferran Adrià, Heston Blumenthal, Massimo Bottura, Michel Bras o René Redzepi, del consejo internacional del Basque Culinary Center, que preside Joan Roca. El premio reconocerá a los chefs que usen la gastronomía como motor de cambio. Explicó que el germen de este galardón se gestó cinco años atrás, en Lima, cuando varios cocineros firmaron la "Carta de los cocineros del futuro", en ella trataban de estimular a los jóvenes a entender que la cocina esconde un poder que ahora empieza a ser utilizado en su dimensión real, pues no es solo un territorio lúdico sino que puede llegar a ser una herramienta muy poderosa para generar muchas cosas buenas". Añadió que "es el momento oportuno para reconocer a los profesionales que están trabajando y generando un gran impacto, social, tecnológico, medio ambiental o económico".

El compromiso humanista de Gastón Acurio pasa por entender su posición privilegiada con responsabilidad y compromiso hacia valores como la salud, la educación, la nutrición y el progreso social y económico. En su camino por generar espacios de aprendizaje y devolver a la sociedad peruana cuánto ésta le ha dado, Gastón Acurio explicó cómo la Escuela de Cocina Pachacutec, ubicada en una de las zonas más desfavorecidas de Lima, ha ilusionado con un futuro profesional a jóvenes con riesgo de exclusión social. Y apuntó otro gran proyecto que espera poder llevar a cabo: una gran universidad de hospitalidad en Lima que forme desde una perspectiva técnica y humanista a los futuros líderes de la hostelería, la restauración y el turismo.

La trayectoria de una de las personalidades peruanas más reconocidas a nivel mundial fue repasada por Cristina Jolonch, que quiso conocer si había habido un detonante que explicase su particular visión de la cocina. Acurio confiesa que todo surgió con la necesidad de encontrar lo identitario y explorar la diversidad que le ofrecía la diversidad culinaria de su país.

En 2005 el chef se propuso que el ceviche enamorara al mundo. Diez años más tarde, con el ceviche totalmente universalizado y convertido en icono de Perú, Gastón siente que "todavía queda mucho por compartir: productos, recetas, conceptos". Y considera que "la oportunidad es seguir sorprendiendo y generando alegría".

El chef, propietario de 45 restaurantes repartidos por todo el mundo y que emplea a más de 3.000 personas, ha anunciado que regresará a capitanear la creatividad y el equipo de su restaurante bandera en Lima, Astrid&Gastón. Anoche, en Fundació RBA, compartió 3 visiones para la nueva etapa del restaurante. La primera es conseguir que los mejores productores se desvivan por proveer al restaurante; la segunda, que todos los chicos apasionados con cocinar quieran aprender tras los fogones de Astrid&Gastón; y la tercera, que los comensales que acudan a conocer la propuesta gastronómica del restaurante, deseen regresar al día siguiente y repetir.

Mario Vargas Llosa, se ha referido a Gastón como el hombre que más ha hecho en la enseñanza de los peruanos para apreciar el gran valor que posee la herencia gastronómica de su tierra. "Nadie ha hecho tanto como él para que el mundo pueda descubrir que Perú, un país que tiene tantas carencias y limitaciones, posee una de las cocinas más variadas, inventivas y refinadas del mundo, una que puede competir sin ningún tipo de limitaciones con las más famosas, como la china y la francesa". Con este acto, la Fundación RBA se suma a los reconocimientos mundiales que ha recibido Gastón Acurio por su compromiso con la gastronomía como motor de transformación social, cultural y económica.