Un español nos cuenta el paso de Ofelia por Irlanda: "Tocó sacar las velas y se perdió la señal de móvil"

eltiempohoy.es 18/10/2017 17:03

¿Cuáles son las regiones más afectadas?

El condado de Cork y el de Kerry. Y es que la luz, no ha llegado a todas partes. La electricidad ha llegado a los principales núcleos como son Cork, Kinsale, Clonakilty y presumo que Bandon. Pero se habla de que en las zonas más alejadas de los núcleos urbanos no se recuperará la electricidad hasta dentro de una semana.

Otro de los principales problemas que ha generado son los cortes de carretera por árboles caídos. El tráfico era nulo, las autovías estaban totalmente despejadas y vacías. Tristemente, han muerto 3 personas debido a la caída de los árboles, una señora de unos 50 murió al caer un árbol en su casa y otro mientras intentaba despejar una de las carreteras. En cuanto a la señal de móvil se perdió del todo, y no se podía navegar en Internet.

¿Cuándo empezasteis a notar que Ofelia había llegado?

En Cork empezamos a notar el viento a eso de las 12 y poco. Recuerdo que cerré el bar a las 12 y pude llegar sin problemas a casa. Sin embargo, al poco rato, mientras cenaba, ya se oía el viento golpeando las paredes y los cristales. A la una, ya podíamos decir que la tormenta estaba ahí.

El culmen de la tormenta fue en torno a medio día del lunes, y transcurrió durante todo el día. A las siete, cuando empezaba a oscurecer, se supo que no íbamos a recuperar la luz en lo que restaba de día y es entonces cuando se empezó a hablar de que los cortes podrían durar entre 3 y 10 días. Tocó sacar las velas y el hornillo de gas.

¿Cuándo empezó a llegar el huracán ya se sabía que todo iba a cerrar o tuvisteis que improvisar?

Pues en realidad había cierta sensación de que no iba a pasar nada. Sí que se habían tomado medidas de seguridad. Los colegios y universidades iban a permanecer cerrados pues en su gran mayoría los alumnos llegan en autobús. Los edificios públicos también iban a echar el cierre. A pesar de esto, bares y tiendas no tenían previsión de cerrar. El bar en el que trabajo permaneció abierto hasta las 12 del medio día, cuando empezaron los apagones. Entonces los comercios empezaron a cerrar y la poca gente que se había aventurado a salir volvió a casa.

¿Se dio instrucciones de cómo actuar cuando llegara el fenómeno?

La Guardia dio instrucciones de quedarse en casa. Las autovías estaban vacías y la gente creo que lo respetó bastante bien, en general. Por ejemplo, los pescadores sabían varios días antes que el domingo debían estar en puerto y que hasta que no pasase del todo la tormenta no podían volver a salir (esto me lo han confirmado en el bar unos pescadores portugueses).

Pero un grupo de voluntarios tuvieron que salir a rescatar a 3 personas que estaban atrapadas 10 millas en el mar, en la costa de Rosslare. La embarcación intentó ponerse a salvo en una de las bahías, pero la corriente los arrastraba mar a dentro. Finalmente fueron salvados por el Rosslare Harbour lifeboat.

Durante el paso de Ofelia, ¿ocurrió alguna cosa que te sorprendiera?

En medio de la noche podías oír alarmas caseras sonar. Supongo que para los que somos de fuera nos sorprende un poco más porque lo primero que se te viene a la mente es que o están entrado en una casa a robar o se le ha caído un árbol encima Pero no es así, hay muchos hogares que tienen cocina de gas y las alarmas contra incendios seguían activas, mientras que las campanas extractoras de humo no. Así que las alarmas empezaban a sonar debido a que había gente intentando hacerse la cena.

¿Cuántas horas habéis estado si electricidad?

Desde las 9 y media de la mañana del lunes hasta las 15 y 10 de la noche del martes.

¿Cómo fue la experiencia de vivir un huracán?

Pues sobre todo aburrida. Fue entonces cuando me di cuenta de lo mucho que dependemos de la electricidad. Al principio quise leer, y por suerte, tengo el libro de ‘It’ en el móvil, pero cuando llevaba poco más de media hora leyendo, solo le quedaba el 15 por ciento de la batería. Decidí dejarlo por si había alguna emergencia. Encendí el portátil, pero la batería apenas me duró una hora. Pasé gran parte del día durmiendo y cuando me desperté ya estaba oscuro. Encendí una vela, usé un espejo para reflectar la luz y tuve una agradable charla con mi compañero de piso. Finalmente acabé el día usando el mismo truco del espejo para brindarme un poco de luz que me permitiese escribir. A mano, eso sí.

¿Cuál ha sido tu sensación al ver la luz?

Pues ha sido de "oh, ya está, volvimos al siglo XXI". Tras enterarme de que podía cargar mis dispositivos en el supermercado, tomé una ducha de agua fría. Estaba ya preparado con el ordenador, la cámara, el móvil, sus cables y un taper de cuscús para comer sentado en un pasillo cuando me he dado cuenta de que la lamparita de mi habitación, que previamente había dejado encendida para notar si volvía la luz, estaba brillando.

¿Cómo ha vivido la gente el huracán?

La gente estaba tranquila, estaba aprovechando el tiempo para abastecerse en caso de necesidad. No quedaba agua embotellada, pan o cualquier cosa que pudiese ser comido sin cocinar. El pasillo de las bebidas también había sido visitado, he de decir.

En cuanto a los cortes de luz, me ha dado la impresión de que somos los jóvenes los que más no hemos preocupados por esto. La gente estaba preocupada por tener que estar varios días sin luz, claro, pero eran los chavales los más crispados con esta situación. "¿Cómo voy a estar 3 días sin actualizar mi estado de WhatsApp?".