¿Altera la primavera a nuestras mascotas? Estos son los efectos en perros y gatos

Elsa Alonso 14/04/2017 20:19

Los cambios de estación son un momento crucial en el ciclo biológico de cualquier animal. La primavera, más en concreto, es un grito de la Naturaleza en todos los sentidos: brotan las flores, las nubes descargan cantidad de lluvia favoreciendo el curso del ecosistema y es época reproductiva de numerosas especies. Está claro que todo esto no pasa de largo para los animales más urbanos y cosmopolitas. No obstante, hay argumentos dispares:

Los que creen que no les afecta:

Hablamos con el dueño de un criadero de gatos de la raza Sagrado Birmania, Adrián Solís, y asegura no haber notado una reacción drástica en los mininos: "por el momento, no han mostrado cambios. De todos modos, es una raza muy tranquila y pasiva". Aunque reconoce que duermen menos: "al haber mayor número de horas de sol, tanto en primavera como en verano, descansan menos".

Algo parecido nos contaba María del Carmen Martín, amante de los perros: "no es algo visible en el día a día. Con un buen cepillado, el pelo se mantiene a punto, y si el perro no presenta ningún tipo de alergia el cambio de hora es un paso sin importancia".

Los que creen que sí:

Nos hemos puesto en contacto con la veterinaria Pilar Arteaga y con Lourdes Sánchez, con dos gatos, y ambas coinciden: Los gatos y los perros también sienten un cambio físico y psicológico.

1. Se les cae más el pelo:

Es el momento de la muda, y es muy probable que encuentres bolas gigantes de pelo por todas partes, tanto si tienes gato como perro: "se nota mucho en el pelo. Verás por los sillones más cantidad de la normal. Lo que yo aconsejo es cepillar el cabello con un peine especial para adelantarte a la caída del pelo que va a mudar", comenta la doctora Arteaga.

2. Las pulgas y garrapatas, un verdadero incordio:

"Mis gatos suelen salir más a la calle con el buen tiempo y eso les expone más a cualquier tipo de insecto, que en esta época están por todas partes", nos cuenta Lourdes Sánchez. Tanto las garrapatas como las pulgas hacen aparición en esta estación y se incrustan entre el pelaje de nuestras mascotas llegando a provocarles anemia o algún tipo de dermatitis.

3. Nuestros compañeros fieles también estornudan:

Las alergias son una lacra que se ha ido extendiendo con el paso de los años entre las mascotas, y provoca estornudos, pero también sarpullidos: "Realmente es algo que ha aumentado en los últimos años por el cambio climático y la contaminación. Donde más se les nota es en la piel. Padecen picor, descamación e inflamaciones, y lo empeoran cuando se rascan", explica Arteaga.

Como para los humanos, comienzan a elaborarse remedios anti alérgicos para ellos: "en el laboratorio, estamos trabajando en un nuevo producto que consiste en un champú a base de peróxido de benzoílo y ácido glicólico que está teniendo unos resultados magníficos para estas alergias primaverales de origen desconocido. Además, está hecho de manera natural por lo que no crea dependencia en el animal", nos adelantaba la veterinaria Pilar Arteaga.

4. Pierden el apetito y están decaídos:

Es una reacción muy parecida a la que tiene el humano las primeras semanas de primavera. Las horas de sol hacen que se mantengan más tiempo despiertos y, a la larga "se sientan más apagados porque descansan menos", según Arteaga.

Además, al subir las temperaturas, el metabolismo de los animales se ralentiza y necesitan quemar menos, por lo que pierden las ganas de comer. En cualquier caso, esto último se ha observado en casos aislados.

5. Para las hembras, la época de celo:

"Se notan los cambios de temperatura en el comportamiento de los animales. Es una época propicia para el celo de las gatas. En mi caso, nuestras gatas están castradas, pero eso no impide a los machos, que están en celo todo el año, cortejarlas", dice Lourdes Sánchez. El amor en los meses de primavera fluye, y las 'mariposillas' en el estomago de nuestras mascotas se sienten más a menudo que de costumbre: "pueden encelarse cada dos o tres semanas", confirma la doctora Arteaga.