En concreto, los ingresos por servicios finales descendieron un 6,8% el pasado año, hasta los 27.272 millones de euros, mientras que la facturación mayorista dimisnuyó un 8,3%.
Marín ha indicado que una de las tendencias más relevantes del sector durante el pasado año fue el descenso de los precios de los servicios ofertados a los usuarios, bien con las rebajas directas o por mejoras en volúmenes de servicios incluidos en los paquetes.
Así, a modo de ejemplo, el gasto medio en el paquete cuádruple de telefonía y banda ancha (fija y móvil) fue de 42,8 euros al mes, cuando en 2012 la contratación de estos servicios suponía un coste medio de 57,6 euros mensuales.
Del mismo modo, Marín ha señalado que el pasado ejercicio estuvo marcado por el auge de nuevos tipos de empaquetamiento, que combinan voz y banda ancha tanto por red fija como por red móvil, así como la inversión en el despliegue de nuevas redes, tanto a nivel de redes fijas como móviles.
Además, el pasado año se aumentó la penetración de la banda ancha fija, que alcanza las 26,2 líneas por cada 100 habitantes, y muy en especial de la banda ancha móvil, que alcanza las 67 suscripciones por cada 100 habitantes.