Y es que los afortunados que en sus localidades, además de no madrugar el lunes, tuvieron una madrugada despejada no dejaron escapar la oportunidad de disfrutar del eclipse de superluna o también conocido como 'eclipse de sangre' o sangrante.
Se vio la luna un 14% más grande y hasta un 30% más brillante de lo habitual. Esto se debe a la posición de nuestro satélite natural respecto a nosotros, como ya vimos a finales de agosto cuando la luna recortó su distancia. En concreto, este domingo se situó tan solo, a 363.700 kilómetros de distancia respecto a nuestro planeta.
Esta cercanía genera un efecto óptico que nos hacer verla más grande de lo habitual a lo largo de su órbita elíptica alrededor de la Tierra.
Conviene recordar que un eclipse de luna acontece cuando nuestro satélite entra dentro del cono de sombra que la Tierra proyecta en el espacio, de modo que queda oscurecida.
¿Y por qué se tinó de rojo? Porque justo en el momento en que la luna pasa por esa sombra que proyecta la Tierra no recibe la luz solar sino esa luz roja que atraviesa nuestra atmósfera en medio de la penumbra dando lugar a este eclipse lunar único, llamado por esta misma razón 'de sangre' o sangrante.
El viernes os informábamos que si eras de los que no estaban dispuestos a dejarlo pasar estabas de enhorabuena porque, según la NASA, se abservaría en buena parte del planeta: América, África, Europa y algunas áreas de Asia occidental y del Pacífico oriental.
El eclipse lunar empezó en torno a las 2.12 de la madrugada del 28 de septiembre. A esa hora la luna entró en la zona de penumbra de la Tierra. Dos horas más tarde, en torno a las 4.11, nuestro satélite quedó completamente oscurecido tiñendo el cielo de color rojizo. Poco antes del amanecer, en torno a las 05.00 el fenómeno se dio por finalizado.
Si el fenómeno de la superluna, al que hemos asistido en varias ocasiones a lo largo de 2015, no es frecuente, mucho menos lo es un eclipse de estas características. El próximo eclipse de sangre tendrá lugar en el año 2033, un poco antes, en 2028 y 2029 también podremos contemplar la superluna.
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* Marcos Fernández (@marcosfdezfdez) es periodista especializado en Meteorología.