La Tierra podría convertirse en una gigantesca bola de nieve (otra vez)

El Tiempo Hoy 15/03/2017 16:55

La Tierra se convirtió en hielo petrificado por una sucesión de eventos ambientales que, hasta ahora, no se habían analizado con detalle. Francis Macdonald y Robin Wordsworth, de la Universidad de Harvard (Estados Unidos), tienen una nueva idea sobre qué fue lo que pudo causar una glaciación de este calibre. En un artículo publicado en la revista 'Geophysical Research Letters', explican que una serie de casualidades ambientales hicieron de las erupciones volcánicas el caldo perfecto para convertir el planeta en un témpano.

¿Qué es lo que ocurrió exactamente?

Las erupciones volcánicas se produjeron en un contexto ambiental específico que consiguió descender la temperatura del planeta considerablemente:

1. El suelo sobre el que se derramó la lava estaba compuesto por sedimentos ricos en azufre. Este elemento ascendió a la atmósfera en forma de dióxido de azufre, un aerosol capaz de bloquear la radiación solar y, por tanto, de enfriar la Tierra.

2. El clima, en ese momento, ya era frío. Fue un impulso. La tropopausa (donde se producen los fenómenos atmosféricos) bajó tanto que se puso al alcance de los aerosoles volcánicos, impidiendo que la lluvia o el viento los devolviese de nuevo a la superficie. Durante la década de constantes erupciones, una parte del dióxido de azufre se quedó atrapado en la estratosfera, haciendo de mampara contra el calor.

3. La región de Franklin (donde estaban los volcanes) se encontraba a la altura del Ecuador, punto más cálido de la Tierra por la incidencia del Sol. Esto hizo que la reacción química sulfúrica tuviese lugar en el lugar más efectivo: se producía más hielo por el reflejo del Sol.

Los efectos del azufre generaron una situación irreversible. El azufre enfriaba la Tierra hasta formar hielo a una latitud crítica (a la de California), y el hielo hacía más hielo. Finalmente, la Tierra quedo cubierta por una capa de hielo que no se quitó en los siguientes 60 millones de años.

*La superficie de la Tierra tuvo una capa de hielo como la del Ártico durante 60 millones de años

Hay más probabilidades de que ocurra que de que no

Pensamos que la habitabilidad de la Tierra le confiere una estabilidad y un equilibrio permanente que no tiene. Es un sistema en continua evolución, y es preciso tenerlo en cuenta de cara a un futuro: "Debemos pensar que este tipo de transiciones son una norma en este y otros planetas, antes que excepciones", argumenta Macdonald en la publicación.

Los científicos consideran estos hallazgos útiles para el estudio de la extinción de especies, del cambio climático e, incluso, de los climas de otros planetas, tanto del Sistema Solar como de otros sistemas.