El desastre ambiental es una de las opciones que más se barajan al hablar de nuestra extinción. Adelantándose a su tiempo algunos arquitectos como el franco-belga Vincent Callebaut cree que en torno a 2100 podríamos vivir en 'ciudades flotantes'.
Lo que Callebaut denomina como 'Lilypads' son ciudades ecológicas capaces de surcar los mares. Su idea es que, al tener siempre accesible la energía del sol y del viento, utilicen estas energías. Para no emitir ningún tipo de residuo, nos habla de la biomasa empleada como combustible.
Cada una de estas 'ciudades' albergaría a unos 50.000 habitantes y contarían con sus propias superficies de cultivo y zonas de amarre como fuentes alimenticias.
"El lugar planificado para la construcción de estas islas se localizaría justo en frente de las costas de un grupo de ciudades que sufrieran las consecuencias del aumento del nivel del mar, causado por el calentamiento global", explica.
Una 'locura' que ya ha comenzado
No a gran escala, pero si pensamos un momento en la idea de casa flotantes seguro que se nos vienen a la cabeza unos cuantos lugares donde podemos contemplarlas, como en Amsterdam.
Esta idea es revolucionaria porque supone aunar todo un conjunto de edificios e infraestructuras hasta poder denominarlo como ciudad. Y, además conseguir que ésta flote y se pueda desplazar en el agua.
Callebaut no está sólo. Desde el Instituto Seasteading, situado en el estado de California también apuestan por esta opción.
De hecho, lanzaron un concurso a través de su web. El modelo presentado por un grupo de ingenieros pertenecientes a la Marine Innovation and Technology fue el más acertado.
Esta institución, cuyo objetivo es plantear y solucionar cualquier tipo de problema que esté relacionado con la ingeniería en altamar, creó un diseño en el que la estructura tendría un tamaño de 48,77 kilómetros cuadrados. Esta superficie estaría sostenida por cables de carbono junto a pilares flotantes.
Pero... ¿es posible?
Desde el Instituto Seasteading aseguran que sí basándose en la industria de cruceros como ejemplo. "Es la prueba de que se puede suministrar energía, agua, alimentos e incluso Internet en alta mar".
Aunque ese es sólo el punto de partida de su tesis, como afirman desde esta institución "queda por demostrar, con pequeños prototipos, que las 'seastead' pueden ser habitables de manera permanente, al tiempo que su construcción suponga un costo razonable".
Dejemos a un lado los costos, la complejidad arquitectónica que esta idea supondría y centrémonos por un segundo en lo que esto, de llevarse a cabo, supondría. ¿No nos basta con destruir la Tierra que también vamos a acabar con los océanos? La idea ecológica de Vincent Callebaut es muy buena, pero siendo realistas, ¿hasta cuándo podríamos mantener la limpieza en los mares una vez que nos instaláramos en estas 'ciudades'?