Bolívar fue el detonante de la modernidad americana, explica William Ospina

AGENCIA EFE 24/11/2010 17:52

"En busca de Bolívar" (Editorial La otra orilla) es, en palabras de su autor, "un ensayo que tiene una tentación continua de ser narración" y una "interrogación", más que una biografía, "del primero entre esos libertadores".

Ospina presentó este miércoles en Madrid su libro, con el también escritor colombiano Dasso Saldívar (biógrafo de Gabriel García Márquez) como maestro de ceremonias del autor de esta nueva semblanza del "hombre esencialmente asombroso" que fue Bolívar.

"Ospina es un cronista, es un ensayista", pero sobre todo "es un poeta" con este libro, que "puede leerse como una biografía, como una crónica, como una novela o como un largo y sinuoso poema", explicó Saldívar.

"En busca de Bolívar", donde Ospina "ha intentado esa hazaña memorable de fusionar la lírica y la épica"-según Saldívar-, recorre la vida del libertador (1783-1830) en sus victorias y sus derrotas, atisba sus inquietudes intelectuales, bebe en las fuentes de su carrera revolucionaria y ausculta su legado al continente que, infructuosamente, quiso ver unido.

"Para mí era muy importante que este libro se entendiera no como una biografía al uso sino como una búsqueda" de un personaje "de quien es muy difícil hacer un retrato naturalista", mientras que "se podría hacer de él un excelente retrato cubista", con todos sus ángulos y facetas, resaltó Ospina.

El autor de "Ursúa" y de "El país de la Canela" (Premio Internacional de novela Rómulo Gallegos) subrayó las dificultades al abordar un personaje así.

"Uno busca un hombre, pero Bolívar hace mucho que dejó de ser un hombre para convertirse en un símbolo, en el espíritu de un continente", refirió Ospina.

Para ello, añadió, "me propuse desde un primer momento no idealizarlo, aunque inmediatamente viera que era muy difícil no hacerlo".

Ospina indagó en los hechos trascendentales que marcaron la carrera del libertador, como sus contactos con Napoleón (a quien consideró traidor a la idea revolucionaria cuando se erigió en emperador, pero de quien tomó mucho de su estrategia militar) o sus conversaciones con Alexander von Humboldt.

De su encuentro con el naturalista y explorador alemán en París y más tarde en Italia, Bolívar descubrió "cómo era ese mundo americano que quería liberar", pero sobre todo aprendió una lección: "había que estar allí, asomarse a esa exuberancia", tan diferente de la realidad europea.

Ospina describe las diferencias entre Bolívar y Francisco de Miranda (1750-1816), considerado el precursor de los libertadores y quien tenía una visión excesivamente europeísta de cómo debía ser la independencia de América, con ejércitos en formación casi prusiana incapaces de afrontar la demoledora realidad de la naturaleza, el clima y la geografía americanas.

En cambio, para Bolívar, la liberación no pasaba por batallones marchando al son del tambor y las banderas alineadas; "tenía que ser producto de la lucha de la gente" y él era el único que tenía esa "auténtica interpretación" del mundo americano, subrayó Ospina.

Este escritor, considerado uno de los iconos de la literatura colombiana posterior al "boom" de los años sesenta y setenta, es un defensor a ultranza del papel que tuvo la cultura en la consecución de las independencias y del que deberá tener en el cuestionado proceso actual de integración latinoamericana.

La cultura "ya ha hecho un gran camino en la construcción continental" y así es percibido en Europa y Estados Unidos, de ahí la vigencia hoy día del "sueño ilustrado" de figuras como Bolívar, a pesar de los muchos intentos de manipularlos políticamente, dijo.