En 2006, tras no conseguir el éxito esperado en su aventura como productora independiente, Spielberg y David Geffen, su socio en DreamWorks, vendieron la compañía a Viacom por unos 1.600 millones de dólares. El acuerdo suponía, a grandes rasgos, que la filial del conglomerado mediático distribuiría los films de DreamWorks a través de Paramount y disponía de todos sus derechos, pero que Spielberg y compañía seguían siendo los máximos responsables en el apartado creativo donde tenían la última palabra.
En poco más de dos años de alianza, las tiranteces entre Spielberg y su equipo con los directivos de Viacom, han llegado. Especialmente lo han hecho a raíz de los repartos de las ganancias que generan las películas de DreamWorks. Ahora, y tras cumplir varios compromisos, Spielberg puede romper el trato, salir de Viacom e incluso comprar la independencia de la marca DreamWorks.
Para conseguir esto necesita una importante inversión. Aquí es donde entra Bollywood, la factoría de películas más grande del mundo y donde se mueve más dinero, por delante incluso de Hollywood. La salvadora de Spielberg puede ser Reliance ADA, este grupo invertiría hasta 600 millones de dólares en su alianza con Spielberg. BRG