San Patricio fue el evangelizador de Irlanda y en su honor, cada 17 marzo, el mundo entero se viste de verde y brinda con una Guinnes para celebrar una fiesta ancestral que empezó siendo religiosa y en 1903 se convirtió en fiesta pública.
Símbolo de la cultura céltica, San Patricio anuncia también la llegada de la primavera y la tradición manda que, para recibirla, cada persona debe llevar puesto algo verde.
Alegría de vivir, buen humor y la hospitalidad legendaria de los irlandeses son los ingredientes que han hecho que miles de turistas viajen a la isla Esmeralda para asistir al multitudinario desfile que se celebra en Dublín. Majorettes, gigantes disfrazados y carrozas llenan las calles de la capital.
Desde Galway a Cork pasando por Killarney, en todo el país la gente se reúne para ver los desfiles y disfrutar de la música celta. Por la noche, los pubs se llenan de gente, se brinda con la tradicional pinta de Guinnes y la fiesta continúa hasta el amanecer.
2 millones de personas en Nueva York
Fuera de Irlanda cada vez más gente rinde honores a San Patricio. Los irlandeses de Alemania, Estados Unidos o Francia se reúnen, con sus vecinos que no son del país, para celebrar el patrón de la isla. El desfile más multitudinario se celebra en Nueva York, donde más de dos millones de personas tiñen de verde la ciudad de los rascacielos.
En España cada vez son más los que se animan a vestirse de verde o a lucir el símbolo del shamrock (el famoso trébol). Los miles de pubs Irlandeses que han proliferado por toda la península se convierten en epicentro de una de las fiestas más internacionales. BQM